Deysi Pari
Los docentes de la Universidad Andina Néstor Cáceres Velásquez (UANCV), cuyo licenciamiento fue denegado, tenían una serie de gollerías y beneficios económicos que incluso alcanzaban a sus familiares. Estos aspectos fueron determinantes y considerados por la Sunedu.
Eso se desprende del pacto colectivo del año 2018 suscrito en julio de 2017, cuando era rector Víctor Julio Huamán Meza. Según el documento, los catedráticos tenían derecho a percibir un sueldo bruto al cumplir 15, 20, 25, 30 y 35 años de servicios.
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También se les entregaba un sueldo bruto por el Día de la Universidad Peruana, que es el 12 de mayo. En el último pacto colectivo se acordó incrementar este bono en 150 soles.
Por el aniversario de fundación e institucionalización de la universidad, se les entregaba otro bono, monto que fue incrementado en 150 soles, en el último pacto colectivo.
Además, a los catedráticos que deseaban realizar cursos de especialización, actualización y perfeccionamiento como maestrías, doctorados, congresos, les daban licencia con goce de haber. No solo eso, cada vez que un docente cumplía cinco años de labor en la UANCV, se le incrementaba 10% sobre su haber básico.
Jubilarse en la UANCV era toda una ganga. Los trabajadores que cesaban lo hacían con un monto equivalente al último sueldo percibido. Era un monto que se pagaba de por vida.
Por concepto de movilidad, los docentes también tenían una bonificación. Además de estos montos, la universidad también les prestaba dinero. El crédito era de 5 mil soles, en casos excepcionales por enfermedad y riesgo que atentara contra la vida del trabajador y su familia.
Hilario Condori Mamani, vicerrector administrativo y ahora presidente de la comisión administrativa que pretende reorganizar la universidad sin licencia, señaló no conocer el detalle de estos pactos colectivos. Solo reiteró que todos fueron dejados sin efecto, pues contravienen la Ley Universitaria.
Fue muy tarde, porque la UANCV no acreditó ninguna de las Condiciones Básicas de Calidad que se exigía para obtener el licenciamiento.
Según el informe técnico de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Sunedu), debido a los famosos pactos colectivos, la entidad juliaqueña comprometió su sostenibilidad financiera. Había para financiar la planilla dorada pero no para talleres, equipos y laboratorios que mejoren la calidad de la educación.
En estos acuerdos también lograron que se otorgue una semibeca de estudios universitarios de pregrado a los hijos y sus cónyuges. También regía para los estudios de posgrado.
Si un catedrático fallecía, a sus padres, cónyuges e hijos se les entregaba cinco remuneraciones brutas. Si estos familiares fallecían, se les entregaba tres sueldos brutos a los docentes.
Los parientes de los docentes prácticamente tenían la vida asegurada. La UANCV accedió a que, en caso de renuncia, invalidez, fallecimiento y otras contingencias del docente titular, un familiar de primer grado o cónyuge profesional tenga estas gollerías de ingresar a ser docente en la misma universidad.
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