Edgar Paz Ravines, uno de los propietarios de la discoteca Utopía, recuperó su libertad en México, a pesar de estar sentenciado, arrastrar un pedido de extradición solicitado por el Gobierno peruano y estar prófugo de la justicia desde hace 16 años.
Paz Ravines fue sentenciado a cuatro años de prisión por delito de homicidio culposo en el 2014. Ello junto a su socio Alan Azizollahoff, debido a que la noche del 20 de julio del 2002 se montó un espectáculo con fuego al interior del local, pese a que este no contaba con extintores, salidas de emergencia y señalización adecuadas, afirman las investigaciones correspondientes.
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Allí fallecieron 29 jóvenes, que quedaron atrapados al interior del local. Según el fallo judicial, Azizollahoff y Paz Ravines “omitieron tomar medidas de seguridad para evitar riesgos frente a emergencias, incumpliendo las normas vigentes que los obligan”.
En México, Edgar Paz Ravines solo cuenta con medidas restrictivas que lo llevan a firmar cada cierto tiempo ante las autoridades judiciales.
En febrero de este año, el juez Alberto Torres Villanueva, del Centro de Justicia Penal Federal de la Ciudad de México, había aprobado la extradición del empresario.
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Para facilitar su captura, el dueño de Utopía fue incluido en la lista de los más buscados del Ministerio del Interior, con una recompensa de S/20 000.
Solo hace unos días, el nuevo ministro de Justicia Fernando Castañeda, aseguró que la solicitud de extradición en contra de Paz Ravines era un claro mensaje de compromiso contra la impunidad. A pesar de eso, el sentenciado fue puesto en libertad.