José Víctor Salcedo
Uno de cada dos niños entre seis meses y tres años padece de anemia en Cusco. El mal afecta al 57.4% de los infantes de la región, 17% por encima del promedio nacional. Así, la región Cusco es la segunda –solo después de Puno (69.9%)- con la mayor cantidad de menores que padecen de esta grave enfermedad.
Lo más preocupante es que el número de anémicos, en lugar de disminuir, subió en 2019 en 3.2%. En 2018 el porcentaje de menores de 36 meses era de 54.2% y para el 2019 subió a 57.4%, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (ENDES).
Las estadísticas, sin embargo, no muestran la verdadera magnitud del problema. La anemia es una enfermedad grave que se presenta cuando la hemoglobina en la sangre disminuye por la falta de hierro, debido a una mala alimentación.
Es un mal que, si no es tratado a tiempo, es peligroso y puede llevar a resultados fatales en la vida de los menores. ¿Cómo se manifiesta? El menor tiene poca energía durante el día, suele estar cansado y sentir fatiga, no tiene el mismo nivel de atención que otros, afectando así su vida diaria, está en mayor riesgo a tener alguna enfermedad infecciosa, porque sus defensas suelen estar bajas, haciendo que tengan enfermedades con más frecuencia.
Asimismo, afecta su desarrollo cerebral, es decir, los niños con anemia van a tener menos capacidades de sociabilización, menos desarrollo psicomotor, deficiencia de atención y concentración y, por ende, un bajo rendimiento escolar.
Cusco tiene 112 distritos. Hay un pequeño grupo de localidades que son duramente afectadas por este mal. En los distritos de Velille y Ccapacmarca, provincia de Chumbivilcas, siete de cada diez niños menores de tres años son anémicos. La cifra exacta es de 73.7% y 71.9%, respectivamente.
En el distrito metropolitano de San Sebastián, a unos escasos metros del corazón de la Ciudad Imperial del Cusco, afecta al 70% de menores de edad. En los distritos de Marcapata y Ocongate (Quispicanchi) afecta al 79.1% y 76.1% de niños, respectivamente. Y en el distrito de Rondocan (Acomayo) al 68.6%.
En el otro extremo están los distritos que casi han vencido esta enfermedad. En Pichigua y Condoroma, provincia de Espinar, la anemia afecta solamente al 0.7 y 4.2% de menores de edad, respectivamente. Asimismo, en Marangani de la provincia de Canchis, solo hay un nivel de 4.3% de anémicos, mientras que en Quehue, de Canas, la cifra asciende a 6.6%.
El gobernador regional, Jean Paul Benavente, dijo que el retroceso obedece a varios factores. Uno de ellos, la falta de servicios de agua potable, salud y deficiencia en alimentación. Días atrás, sostuvo una reunión con el Ministerio de Vivienda para hacer obras de saneamiento.
La gerente regional, Nelly Castañeda, refirió que empezarán a aplicar un plan integral para reducir los casos de anemia. Será un trabajo articulado con las municipalidades distritales.