Abad Ventura
No hay crimen perfecto. El agricultor Ángel Córdova Mamani se convirtió en el tercer feminicida de la región Arequipa en 2020. Confesó ayer ante las autoridades que mató a golpes a su pareja Helen C. C. (24), luego de que supuestamente la vio besándose con otro varón.
Aunque desde el principio las sospechas recaían en él, la policía no podía hacer nada, debido a que no había cuerpo. Según la denuncia de desaparición que el agricultor de 24 años presentó el lunes último en la comisaría de La Curva (Deán Valdivia-Islay), la joven se subió a un vehículo la noche del domingo, cuando tuvieron una discusión en una discoteca del balneario “Motobomba”. Dijo que desde entonces no sabía nada.
Sin embargo, no fue hasta el martes, al promediar las 15:50 horas, que se halló el cadáver del ama de casa en un descampado del sector Villa Paraíso de Alto Ensenada, en el distrito de Deán Valdivia, en Islay.
Inmediatamente, la policía local fue en busca de Ángel Córdova, quien ya estaba fugando a bordo de su moto por la carretera Costanera.
Al principio, negó todo y hasta se acogió al silencio, pero ante las pruebas confesó su crimen. La necropsia corroboró su versión. Determinó “hemorragia severa, laceración pulmonar y traumatismo toráxico cerrado”. Es decir, fue una paliza.
Helen Cañazaca es la tercera víctima de feminicidio de la región Arequipa. Solo en Islay, hubo otros tres de estos casos en grado de tentativa y 40 denuncias por violencia familiar.
Ante ello, el presidente de la Junta de Fiscales, Franklin Tomy, señaló que debe enfocarse más el tema de salud mental.