Mientras decidimos entre el entusiasmo o la decepción por los resultados electorales, podríamos dar un paseo por una noticia pasada, un periódico de ayer. Como la denuncia contra Daniel Mora por violencia de género, por ejemplo, y casi simultáneamente la de Julio Rojas, quien quiso matar a su pareja rociándola de gasolina, salvada gracias a la intervención de un lava carros. Y dice así:
1. Pasa hasta en las mejores familias. Rojas es un prontuariado y no sorprende su vulgaridad ni su prepotencia ni sus gritos. Lo que ratifica el caso Mora, un ex-ministro y político de alto perfil, es que la violencia contra la mujer no es privativa de los pobres, aunque a veces parecemos olvidarlo.
2. Los esqueletos que tenemos en el closet. Brigitte Flores, mujer de Julio Rojas, lo ha denunciado por violencia en cuatro oportunidades, una el 2014, tres en el 2017. En 2017, Daniel Mora fue agredido por su hijo quien le rompió la tibia y el peroné; su vástago lo llegó a amenazar con un cuchillo. En reciente entrevista, otra hija del general confía a la prensa que su familia la internó, contra su voluntad y por varios meses, en un psiquiátrico. Después de la denuncia de su esposa, Mora se ha referido a su “drama familiar” sin entrar en mayores detalles.
3. El calvario de las mujeres y su cruz. Brigitte Flores, aún bañada en gasolina, entra a la Comisaría y declara que denunciará a su marido. Al salir ha cambiado de idea. La República informa que minimizó el ataque y salió en defensa de su agresor. Lilia Jaureguy, esposa de Daniel Mora, publica en Facebook que, con la difusión de su denuncia, se quiere dañar la carrera política de su esposo. Califica lo sucedido como un “desgraciado momento” en un matrimonio de 50 años. Se declara católica y recurre al Papa quien, dice, aseguró que no hay familias perfectas. Días después, sin embargo, Lilia ratifica en un noticiero que su esposo la abofeteó y la pateó estando ella en el piso. ¿Medio siglo de matrimonio sin un episodio como el descrito en esta familia imperfecta?
4. Las aventuras interpretativas. Es un riesgo ser concluyentes al responder por qué en ocasiones las sobrevivientes no denuncian o retiran la denuncia. Una abogada feminista comentaba que la violencia contra las mujeres traza un panorama heterogéneo, multicausal que requiere estudios en profundidad, antes que ingeniosos eslóganes. Para no seguir repitiendo que la sumisión tiene que ver con cómo te socializaron, cuán indefensos económicamente se quedan tú y tus hijos, o cuán criticada estarás por tu familia o tu comunidad si mandas a la comisaría a tu marido.
5. Y seguimos fallando. Pese a ser una tentativa de feminicidio, Rojas fue liberado. No debió serlo aún si su cónyuge no denunciaba. Impune, amenazó con matarla apenas saliera de ahí. La Policía señaló que lo dejó ir por orden de la Fiscalía. La Fiscal aseguró que ni le habían notificado la detención. Desde abril del 2019, fecha de la denuncia contra Mora, el Juzgado de Familia no había remitido el expediente a la Fiscalía para iniciar la investigación; el escándalo mediático lo apuró.
Ensombrecidas por las noticias que reseñamos, pasaron desapercibidas medidas adoptadas por el Ministerio del Interior: serán causales de pase al retiro de policías, entre otras, tener sentencia por violencia familiar, feminicidio y ser deudor alimentario. Algo es algo.