La investigación de la organización criminal “Los Temerarios del Crimen”, cuyo cabecilla es el ex alcalde de la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh), David Cornejo, es compleja con 80 investigados en un concurso de ilícitos: contra la administración pública, crimen organizado y lavado de activos; aunque el desarrollo del proceso está en peligro, debido a que los delitos menores pueden prescribir a causa del retardo que existe en la emisión de informes de auditoría de la Contraloría General de la República.
El fiscal de la Fiscalía Especializada Contra la Criminalidad Organizada, Juan Carrasco Millones, denunció este problema y pidió el cambio del contralor general Nelson Shack, pues dijo que la política que aplica obstaculiza el avance de los procesos de auditoría. “Shack no ha cubierto las expectativas de todos. Hay mucha obstaculización para una auditoría, se demora mucho. Un informe tiene que pasar por manos de autoridades de alto rango y hace que el plazo de las investigaciones venzan. No hay un trabajo eficaz”, expresó.
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El representante del Ministerio Público dijo que trabaja de la mano con el ente de control en casos de corrupción. Empero, afirmó que las comunicaciones se realizaban por correo electrónico y los plazos eran más cortos a diferencia de la actualidad en que, resaltó, pasan por diferentes instancias hasta que lleguen al contralor.
“Existe toda una solemnidad, y parece que hemos vuelto a la década del 80, cuando se tenía que tener la firma de todo el mundo para que el documento sea aprobado”, indicó.
Los cuestionamientos a la Contraloría prosiguieron. Carrasco señaló que antes de que Shack sea el contralor general, la situación era diferente. “El trabajo de la Contraloría y la Fiscalía era un trabajo proactivo, ya que trabajaban de la mano. Los informes se elaboraban acá (Chiclayo), pero lamentablemente eso ha cambiado y nos ha perjudicado”, sentenció.
El fiscal no dudó en exigir la remoción de Shack y el cambio de política en el trabajo. “Una cosa es verlos desde el escritorio y otra desde el campo. El titular no ha tenido un buena política de trabajo”, remarcó.
Carrasco planteó que la forma de elegir a un contralor debe ser por méritos. “Puede ser que conozca la teoría, pero no la práctica (en alusión a Shack)”, anotó.
Agregó: “Puede ser muy bueno y reconocido a nivel internacional, pero en la realidad no hizo un solo control de auditoría. Se necesita gente que conozca la teoría y la práctica”.
En el tema específico de “Los Temerarios del Crimen”, Carrasco expresó su disconformidad por la actuación de la Contraloría.
En ese sentido advirtió que dicha institución solo entregó un informe por la obra de la avenida Grau, por lo que dijo es muy poco el aporte. “El único informe fue de la avenida Grau. Yo no culpo a peritos ni trabajadores”, aclaró.
Subrayó que si bien la metodología de trabajo de Shack funcionó bien en otros países, en Perú no, en razón que el Nuevo Código Procesal Penal establece plazos. Es por eso que sostuvo que los delitos menores como tráfico de influencia en “Los Temerarios del Crimen” pueden prescribir. Por ejemplo, mencionó la situación del imputado Noé Cornejo.
Enfatizó que desde hace un año solicitó la conformación de un equipo especial para que intervenga en cien obras y así saber si concluyeron correctamente; empero, aseguró que no hay respuesta. Una similar situación ocurre con la designación de seis peritos y de técnicos para la capacitación del personal de la Contraloría.