Degollada, quemada y enterrada dentro de un cilindro con ácido muriático, cal y cemento. Así fue hallado el cadáver de Marisol Estela Alva hace un año, un 4 de diciembre del 2018. Un año después, el feminicida sigue prófugo y ni siquiera cuenta con una orden de captura.
El 2018 fue un año trágico para las mujeres del país, puesto que se alcanzó la cifra de 149 feminicidios, una cifra de violencia récord desde que se tipificó el delito. Todas estas mujeres, al igual que Marisol, fueron asesinadas con ensañamiento y mientras algunos intentan minimizar las denuncias y la existencia de la violencia sistemática contra ellas, el sistema de justicia nos recuerda que incluso después de muertas, las mujeres del país no pueden alcanzar justicia.
Tal como informó La República, el principal sospechoso, Luis Estebes Rodríguez, exsuboficial del Ejército Peruano, era uno de los -pocos- 18 feminicidas prófugos que se hallaba en el Programa de Recompensas del Ministerio del Interior. Ofrecían 20 mil soles por información que ayude a ubicarlo.
En los últimos tres años, al menos 420 feminicidios se perpetraron, y unos 95 asesinos de mujeres se hallan libres gracias a la lentitud del sistema de justicia. Son un peligro para la integridad de adultas y niñas.
Ahora, Eliana Revollar, adjunta para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo, informó a El Comercio que la Fiscalía Especializada en Violencia contra la Mujer e Integrantes del Grupo Familiar de Villa El Salvador solicitó hace una semana la renovación de la orden de captura ante el juzgado especializado en lo penal del mencionado distrito.
La especialista en aspectos sobre la violencia contra la mujer, señaló que Luis Estebes Rodríguez estuvo en el Programa de Recompensas hasta el 27 de noviembre, pero al no tener la orden de captura ya no aparece.
Y mientras no se realice la captura del imputado, el proceso se queda paralizado. Cuando vuelva a contar con orden de captura, su reingreso a la lista de Los más buscados solo será una cuestión de trámite.
Un año después del crimen del cilindro: el feminicida está prófugo y ya no tiene orden de captura
El hallazgo del cuerpo de Marisol Estela Alva se produjo gracias al aviso de unos vecinos que encontraron sospechoso que cuatro sujetos, con excavadora incluida, escondieran algo en un terreno ubicado a la altura de la cuadra 67 de la avenida Pachacútec, en Villa El Salvador.
Estos vecinos -junto a serenos, policías y bomberos- trabajaron por más de diez horas para recuperar el cilindro enterrado a unos tres metros de profundidad. Un olor nauseabundo empezó a emanar.
Recién a las 5 de la madrugada del martes 4 de diciembre se descubrió que dentro del cilindro se hallaba un cadáver: era el cuerpo de Marisol Estela en posición fetal, una estudiante de Enfermería y que llevaba cuatro días desaparecidas.
Su muerte y la impunidad tras el crimen, es el retrato de la violencia machista que persigue a la vida de las mujeres.