Por: Denisse Torrico
Con apenas 13 años y muchas metas por cumplir, tres alumnos de Cajamarca y Huánuco ingresaron al Colegio Mayor Secundario Presidente del Perú (CMSPP), en Lima, con la intención de labrar su futuro.
Era setiembre del 2009 - durante el gobierno del presidente Alan García - cuando, mediante una resolución suprema, se creó este centro escolar que reuniría a estudiantes sobresalientes de tercero, cuarto y quinto de secundaria de diferentes colegios públicos.
La directora de ese entonces, Marilú Martens, encabezó el reto de reunir, en su primer año, a 900 estudiantes en una sola sede. Ella, junto a un staff de docentes con un innovador currículum, emprendió el trabajo de formar a los que serían los jóvenes referentes del país.
“Hubo un equipo comprometido y con todo este esfuerzo podemos decir hoy que fue exitoso”, recuerda la exministra de Educación.
Katherine, Alejandra y Yuliño representan solo el 1% de la población estudiantil que ingresó en aquella primera promoción, en el 2010. No obstante, sus testimonios de éxito nos permiten visualizar el sentimiento de contribución y agradecimiento que cada uno tiene con el país.
Katherine Gutiérrez Abanto, natural de Cajamarca, es bachiller en Economía y con solo 23 años está convencida de que tiene una gran responsabilidad con la educación pública de calidad que recibió en sus tres últimos años de secundaria.
Según refiere, nunca imaginó que lograría todo lo que hoy ha alcanzado gracias a su esfuerzo y la educación que recibió en el Colegio Mayor.
“Cuando yo estaba en Cajamarca imaginaba mi vida muy diferente a la que es ahora. Mis expectativas no eran muy grandes”, reconoce.
En el 2018 ella fue premiada por el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES) por su propuesta de investigación denominada “Efectos de la corrupción en los gobiernos subnacionales sobre el nivel de pobreza multidimensional entre 2004 y 2015”. Además, es cofundadora del Programa Interuniversitario de Voluntariado Profesional (PIVP), que busca que miembros de la comunidad universitaria de diversas instituciones y carreras puedan formular planes orientados a promover el desarrollo en comunidades vulnerables.
Actualmente tiene un proyecto que permitirá que una comunidad nativa en Loreto cuente con energía eléctrica. A su corta edad, se ha propuesto elaborar iniciativas que beneficien a las poblaciones más necesitadas.
Al igual que ella, Yuliño Anastacio Clemente, procedente de Huánuco, nunca imaginó que aquel internado escolar de Huampaní le abriría las puertas de un sinfín de oportunidades.
“Varios años después entendí el significado del abrazo que me dio mi profesor diciéndome ‘hijo, este colegio te va a cambiar la vida’, el día en que le comunicaron que sería parte de este centro educativo”.
Yuliño, hoy licenciado en Economía y docente de pregrado y maestría, recuerda con mucha nostalgia cómo a pesar de las condiciones en las que se había desarrollado académicamente nunca se le hizo complicado estudiar en una institución de alto rendimiento. El secreto fue su ímpetu y el esfuerzo que se propuso multiplicar.
Por eso, a casi siete años de haber egresado del centro educativo que le permitió tener nuevas oportunidades, Yuliño Anastacio ha ganado un prestigioso concurso de investigación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el que están involucrados grandes economistas de América Latina.
De la misma manera, con Waldo Mendoza, un destacado economista peruano, ha escrito un libro que narra la historia fiscal del Perú desde 1981 hasta el año 2018.
Otra muestra del plan exitoso que resultó este proyecto es la historia de Alejandra Yáñez Correa, quien nació en Cajamarca. Ella, al igual que sus compañeros, ya es egresada de la carrera de Educación en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). La joven cursa su segunda carrera en la facultad de Ciencias Políticas.
Para ella, el colegio mayor fue “un cambio de vida”, pues le permitió expandir su panorama y visualizar el entorno del país.
Tras su graduación en el colegio ha trabajado en Aichi Prefectural University, de Japón; en el Instituto de Estudios Peruanos, en el Centro de Investigación en Educación y en la Dirección de Tecnologías de la PUCP, donde continúa laborando.
Ella cree que con su talento y sus habilidades podrá retribuir la gran ayuda que tuvo en la institución. Por ello ha formado un grupo interdisciplinario llamado WayraNuna, que analiza y plantea soluciones a problemas sociales en el país.
El testimonio de estos tres jóvenes, quienes a pesar de sus logros todavía tienen un futuro por trazar y un camino por recorrer, es la muestra del gran nivel que este colegio ofrece.
Los 900 alumnos de tercero, cuarto y quinto de secundaria del COAR Huampaní conviven ahí de lunes a viernes.
Tienen entre 14, 15, 16 y 17 años y, en vez de elegir los juegos de consolas, dedican 10 horas diarias a las múltiples áreas que ofrece el centro, entre laboratorios, ciencia, piscina e idiomas, en las decenas de aulas. Allí llevan cursos de Monografía, CAS, Gestión Empresarial, además de los cursos establecidos por el Minedu.
Así, a 10 años de su creación, los COAR siguen generando un impacto positivo en sus estudiantes, a los cuales forman como líderes y agentes de cambio en las 25 sedes que actualmente existen en el país.
Descentralizado. En todo el país existen 25 sedes de Colegios de Alto Rendimiento (COAR) que se implementaron desde el gobierno de Ollanta Humala.
Cambios. En el próximo proceso de evaluación, los postulantes se inscribirán vía web. Ahora se evaluarán también otras capacidades.
PUEDES VER Callao: dos policías fueron mordidos por pitbull que soltó banda criminal para evitar su captura
Con 23 años, Madai Urteaga culminó su carrera de Ciencia Política en la Pontificia Universidad Católica, y actualmente sigue un doctorado en la Universidad de Harvard, en Estados Unidos.
Ella dice que los COAR cumplen una gran labor y sirven para brindar oportunidades a jóvenes talentosos. "Colegios como este te brindan oportunidades que solo tendrías si fueras de una familia adinerada", indica vía Skype.
Para Raúl Asensio, investigador del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), el principal reto que tiene el Ministerio de Educación es lograr que todos los COAR tengan un nivel similar.
“El COAR tiene dos objetivos. El primero es formar alumnos de alto rendimiento, que posteriormente se conviertan en líderes y actores claves. Y otro objetivo es vencer la desigualdad de oportunidades que hay en el sistema educativo”.