Edwar Quispe
El tradicional Día de Todos los Santos vistió de color y folclor el lúgubre cementerio La Apacheta de Arequipa. El camposanto, inaugurado en 1833, alberga a más de 200 000 difuntos.
A los ramos de flores y coronas, se sumaron las bandas de música y las personas que ofrecen rezos. Los familiares elegían recordar a sus muertos con oraciones o las canciones que más les gustaban.
"Dios de misericordia y amor, ponemos en tus manos amorosas a nuestros hermanos y hermanas que has llamado a tu presencia. Concédeles pasar con seguridad las puertas de la muerte y gozar de la paz eterna...", recita Rubén Rojas Huayna. A sus 68 años, recorre las veredas del panteón ofreciendo una plegaria por los difuntos.
A Rubén solo se le puede encontrar en La Apacheta durante el Día de Todos los Santos. Es comerciante en Avelino Cáceres, pero desde hace 10 años deja estos días su puesto para rezar. El costo por este servicio espiritual es la voluntad del cliente.
En un momento, los rezos de Rubén son opacados por las bandas de músicos. Ellos tienen una tarifa establecida de 15 soles por tres canciones.
PUEDES VER: Fiestas por Halloween dejaron 40 toneladas de basura en el Centro Histórico de Arequipa [VIDEO]
“Toquen una más por favor, la ‘yapa’ pues”, dice Rosenda Mayhua de Fernández, una anciana de la provincia de Caylloma, que le pide a un grupo de caperos que toquen el wititi para su difunto esposo, Melecio Fernández Maque. Este falleció hace 20 años y desde ese tiempo no lo ha dejado de visitar.
En diversos puntos del panteón, también están los aguateros, personas de todas las edades que llenan botellas de plástico con agua para regar las flores y limpiar las tumbas de los fallecidos. Una de ellos es Edith Neyra, que cada primero de noviembre viene a La Apacheta para juntar agua y ofrecerla a los visitantes. En los alrededores del camposanto del distrito de José Luis Bustamante y Rivero, se formó bastante tráfico debido al cierre de algunas calles aledañas para el comercio de comida y otros.