Como cada 30 de septiembre, hoy es una fecha más que especial para los menores con Trastorno Específico del Lenguaje (TEL), una condición que les impide conjugar palabras y que afecta a alrededor del 7 y 8 % de la población infantil.
Con características iniciales muy parecidas a las de un niño con Trastorno de Espectro Autista (TEA), el TEL retrasa la adquisición y/o comprensión del lenguaje verbal de un menor. Para ello, es necesario una detección temprana, seguida de un proceso de terapias de lenguaje en el que se desarrolle la capacidad y necesidad de hablar.
El niño con TEL desarrolla su propia forma de lenguaje, no creyendo necesario el expresarse verbalmente, a excepción de algunas sílabas. Gracias a las señas y sonidos onomatopéyicos, un menor con esta condición puede comunicarse con otras personas, aunque no es lo recomendable.
Gracias a las terapias, esta condición se llega a invisibilizar, es decir, poco a poco el resto de personas deja de notar el TEL. Este período va a depender del nivel que posea el menor. Un niño puede conjugar oraciones, sin embargo, va a tener algunas dificultades para decirlo rápidamente, prefiriendo hablar y escuchar de forma pausada.
Los últimos estudios vinculan al origen del TEL a factores genéticos. Sin embargo, se hace necesario que la sociedad conozca acerca de este trastorno. Contrario a lo que se cree, existe desinformación y poca ayuda por parte de los entes encargados.
Es común que en las escuelas, los profesores desconozcan las características del TEL, mucho menos tienen estrategias de aprendizaje para estudiantes con esta condición.
Si en el colegio no se cuenta con el apoyo para abordar el TEL, son los centros de terapia los que sirven como punto importante en la educación del menor. Sin embargo, acceder a una terapia de lenguaje oscila entre 35 a 50 soles por sesión de 45 minutos. De acuerdo a las características de cada niño, este requerirá de 2 a 5 terapias semanales, sin contar con algunas adicionales como las ocupacionales y/o conductuales.
El Día Internacional de la Concienciación Sobre el Trastorno Específico del Lenguaje (TEL) busca visibilizar una condición que existe desde hace mucho, pero que no ha sido advertido por el Estado.
No solo se trata de falta de especialistas de lenguaje o fonólogos, sino también de una política asistencial para las personas que no pueden acceder a terapias semanales.
Respecto a otros países, el Perú está bastante atrasado, no solo por la falta de ayuda en la educación de un niño TEL, sino también en el diagnóstico temprano de esta condición. Salvo el Instituto Nacional de Salud del Niño y el Instituto Nacional de Rehabilitación, no existen lugares adecuados para detectar el TEL tempranamente y, mucho menos, seguir con terapias que permitan una evolución favorable del menor.