Las tres últimas gestiones en la Municipalidad Provincial de Chiclayo (MPCh) han sido cuestionadas por la falta de cuadros técnicos y una hoja de ruta. La contratación de funcionarios con sentencias judiciales, renuncias abruptas y rotación entre gerentes y subgerentes que se extendió al Centro de Gestión Tributaria (CGT) en la administración del alcalde Marcos Gasco Arrobas parece ser una reedición de hechos cometidos por sus antecesores Roberto Torres Gonzales y David Cornejo Chinguel.
Los hechos de corrupción no solo marcaron la historia edil, pues debilidades en la administración pública se evidenciaron a lo largo de una década, y que para la ex candidata a la alcaldía de Chiclayo, Janet Cubas Carranza, vuelven a repetirse.
La renuncia de Ricardo Romero Rentería a la gerencia general, de Luis Ponce Ayala a la gerencia de Planeamiento y Presupuesto y del gerente de Infraestructura Pública, Pedro Castro Celis, quienes también fueron funcionarios en el Gobierno Regional de Lambayeque (GRL) en el período de Humberto Acuña Peralta, puso en evidencia no solo inestabilidad en la gestión Gasco, sino también la carencia de técnicos, tal como lo señala el sociólogo César Cardoso Montoya.
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A ocho meses de gestión de Marcos Gasco, poco o nada ha trascendido en obras de envergadura; sin embargo, las renuncias y como consecuencias las famosas rotaciones ponen en tela de juicio la calidad del equipo técnico.
La corta estadía de Marco Gasco en el palacio municipal está bajo la lupa de la sociedad civil. La designación de Walter Pérez Carranza como jefe del Centro de Gestión Ambiental causó más de un estrago por estar requisitoriado por la justicia por el caso de proveedores falsos en la Municipalidad Provincial de Lambayeque, lo que motivó que la Policía Nacional en plena ceremonia de juramentación de Gasco realice un operativo en el municipio.
La autoridad municipal designó a Cristian Rosenthal Ninapaytan como gerente general, quien tuvo que renunciar al ser sentenciado en segunda instancia por un tribunal penal en Lima por el caso del incendio en las galerías Nicolini.
Aunque eso no es todo, pues si tocamos el tema de las rotaciones de funcionarios se tiene similitudes con las decisiones de Torres y Cornejo. Por ejemplo, en el 2017, el gerente de Desarrollo Vial, Isaías Merino, fue reemplazado por Carlos Gonzales, quien fue subgerente de Transportes.
Actualmente Gustavo Ramírez es el sucesor de Ricardo Romero, pero hasta hace poco fue jefe del Centro Metropolitano de Planeamiento Territorial. En la subgerencia de Educación y Cultura está José Gálvez en lugar de Walter Prieto, quien ahora sería asesor de la autoridad edil.
Asimismo, Segundo Bocanegra de la gerencia de Planeamiento fue rotado a la subgerencia de Promoción Empresarial. Cabe indicar que el gerente de Desarrollo Vial, Luis Farro, también es el subgerente de Tránsito y Seguridad Vial.
En tanto el gerente de Recursos Humanos, César Huancas, pasó a ocupar la gerencia del Centro de Gestión Tributaria.