Chiclayo. Los entierros se encuentran depositados en cámaras funerarias y habrían pertenecido a la nobleza Mochica, al juzgar por las numerosas ofrendas de cerámica y ornamentos de cobre como pectorales y coronas que indican su estatus.,Descubren tres tumbas de la élite Mochica en Ucupe,Descubren tres tumbas de la élite Mochica en Ucupe,Descubren tres tumbas de la élite Mochica en Ucupe,Chiclayo. Un equipo de arqueólogos del museo Tumbas Reales de Sipán, después de varias semanas de investigaciones previas, localizó y descubrió tres tumbas de la élite Mochica en el complejo arqueológico conocido como huaca “El Pueblo” de Úcupe, ubicado en las proximidades de esta localidad costeña. Los entierros se encuentran depositados en cámaras funerarias y habrían pertenecido a la nobleza Mochica, al juzgar por las numerosas ofrendas de cerámica y ornamentos de cobre como pectorales y coronas que indican su estatus. PUEDES VER Lambayeque: presentan importantes hallazgos en huaca El Pueblo [VIDEO] El programa de investigaciones en el valle de Zaña, dirigido por Walter Alva, viene investigando los yacimientos arqueológicos pertenecientes a la cultura Mochica, como el caso de Úcupe, donde se encuentra un conjunto de tres pirámides truncas y cuatro plataformas pertenecientes mayormente a diversas etapas de esta cultura y otras posteriores. Estos hallazgos permitirán establecer los orígenes, desarrollo y vinculaciones de los Mochicas en el valle de Zaña, con Sipán en el valle de Lambayeque, y con el desarrollo de este pueblo en el valle de Jequetepeque. El estilo de los bienes arqueológicos parece presentar cierto orden secuencial dentro de la etapa conocida como Moche Medio. “Los trabajos arqueológicos fueron iniciados el 17 de diciembre. Cabe recordar que en esta zona cercana en el año 2009 se descubrió la llamada tumba del ‘Señor de Ucupe’. Los hallazgos recientes confirmarían que estamos frente a una plataforma funeraria de la élite Mochica”, afirma Walter Alva, quien expresó que espera mayores recursos para continuar con esta importante investigación. Tres cámaras Se trata de tres cámaras funerarias construidas con adobes de diferentes dimensiones correspondientes a los inicios y apogeo de la fase Mochica medio del valle de Zaña. La primera cámara estuvo afectada por eventos de lluvia intensos que destruyeron parte del recinto mortuorio, donde se recuperó una osamenta, probablemente femenina, acompañada de un niño. Las ofrendas consisten en coronas, diademas y pectorales de cobre, así como varios ceramios donde destacan vasijas escultóricas de calidad, incluyendo una escena erótica y otra representando un personaje sentado en un trono. La segunda tumba consiste en una cámara funeraria construida luego de desmontar la arquitectura de un muro mochica más antiguo para habilitar el recinto mortuorio de 2 metros de largo y 1.5 metros de ancho, donde fue sepultado un personaje de la élite mochica acompañado de un camélido (posiblemente una llama) y ataviado con coronas, vestido de placas, diademas y un conjunto de más de 50 vasijas, donde destacan botellas escultóricas finamente trabajadas y decoradas de estilo Mochica temprano a medio. La tercera tumba es una gran cámara funeraria construida con muros de adobe y techada con vigas de madera desintegradas por el tiempo. Debajo se documentó inicialmente una vasija de cerámica y un cráneo humano en el relleno de la tumba. Finalmente, al llegar al nivel del fardo funerario, aparecieron tres agrupaciones de vasijas que en total superarían 150 ejemplares y restos de huesos de camélidos. Evidentemente que estos bienes y ofrendas acompañaban a un personaje de alto estatus en la jerarquía Mochica. El descubrimiento de estas tumbas abre la posibilidad para conocer la secuencia cultural del monumento, la organización social de los mochicas en este valle y, sobre todo, comprender cómo se relacionaban con las élites de Sipán y aquellas del valle de Jequetepeque. Claves El fardo funerario habría sido colocado en una tarima de madera soportada sobre adobes. Hasta la fecha se han identificado una corona, dos diademas, una máscara funeraria, dos estandartes, dos porras, un vestido de placas, dos orejeras y una nariguera. Si bien este personaje presenta porras en su ajuar funerario, aún es necesario culminar el registro de la tumba para reconocer su función dentro de la sociedad. Aparentemente se trataría de un jefe militar de estatus, si consideramos los estandartes y otros ornamentos que tienen parecido con personajes de Sipán.