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Política

Justicia con rostro humano y mano dura ofrece el nuevo presidente del Poder Judicial

Promesas. Javier Arévalo Vela anunció que el sistema judicial garantizará acceso a la justicia con respeto, trato igualitario y eficiente en materia laboral, pensionaria y de alimentos, a la vez que será drástico en el combate a la delincuencia y la corrupción.

larepublica.pe
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Una justicia de calidad con rostro humano, mano firme y carácter drástico ofreció el nuevo presidente del Poder Judicial, Javier Arévalo Vela, luego de jurar el cargo, en una ceremonia especial realizada en Palacio de Justicia, con la participación de todos los jueces de la Corte Suprema, autoridades políticas y del sistema judicial.

Javier Arévalo explicó que buscará, por un lado, garantizar el acceso a la justicia, con un trato respetuoso y eficiente, especialmente en materia laboral, pensionaria y de alimentos, y además impulsar la rápida ejecución de las sentencias en dichas materias.

Por otro lado, lograr que las sentencias sean drásticas para que tengan un efecto disuasorio en la sociedad, que ayude a disminuir la violencia social.

Para lograr estas metas, señaló que trabajará para disminuir la carga procesal y acabar con la lentitud judicial. Anotó que si bien en materia laboral hay resultados más rápidos, se buscará simplificar aún más los trámites y se sancionarán de manera efectiva las prácticas dilatorias de algunos malos abogados.

Una mano al colega

Es de resaltar que, por primera vez, un presidente del Poder Judicial extiende de manera pública la mano a uno de los contendientes en la reciente elección a la presidencia para que lo apoye. Este proceso suele terminar con los jueces muy distanciados.

“Una justicia con rostro humano no es ajena a la transformación digital, por ello, con el apoyo del doctor Héctor Lama More, continuaremos con la implementación del Expediente Judicial Electrónico (EJE) en todas las especialidades y cortes del país”, indicó Arévalo mientras volvió la vista sobre el doctor Lama More, hasta hace unas semanas su contendor en las elecciones.

Lama More es un magistrado muy apreciado dentro de la magistratura, especialmente en la Corte de Justicia de Lima. Se había preparado durante varios años para dirigir el Poder Judicial, pero tras perder la última elección ya no lo logrará, pues se habrá jubilado para el 2024.

“El proyecto EJE es una de las banderas del Poder Judicial y desde la presidencia del Poder Judicial continuaremos apoyándolo porque es una política de Estado de gran beneficio para los litigantes”, señaló Arévalo.

“Buscaremos que la modernización llegue a todas las especialidades, priorizando aquellas vinculadas a los sectores más vulnerables de la población, como son los temas laborales, del adulto mayor y de las personas con discapacidad”, añadió.

Seguridad ciudadana

A fin de enfrentar la inseguridad ciudadana, Arévalo anunció una alianza estratégica con el Ministerio Público, la Policía Nacional y otros organismos competentes, pues enfrentar a la criminalidad, dijo, exige acciones conjuntas.

Además, exhortó a los jueces a evaluar el impacto de sus decisiones en la lucha contra la criminalidad, teniendo en cuenta que vivimos en una sociedad donde la violencia aumenta cada día, por lo que los fallos deben tener un fin disuasorio.

Sin embargo, esto supondría que los jueces dicten sentencia escuchando el clamor popular antes que la discusión en el juicio. Un tema que podría colisionar con otro de sus mensajes: garantizar la independencia de los jueces frente a los poderes del Estado y sobre todo “frente a los poderes fácticos que tratan de influir en la decisión de los jueces con el pretexto de representar el sentir de la opinión pública”.

Frente a los últimos actos de violencia política, señaló que los jueces son fieles defensores del Estado constitucional de derecho y que la Constitución solo puede reformarse con los mecanismos que ella ha previsto, en paz y con unidad.

Barrios: Diálogo para superar crisis

Al terminar su mandato como presidenta del PJ, la jueza suprema Elvia Barrios Alvarado señaló que la pandemia, además de las pérdidas humanas, impulsó el crecimiento de las brechas sociales y la profunda desigualdad, que la bonanza económica no ha reducido.

“Hoy nuestro país afronta un colapso social –fruto de la acumulación de tantas demandas insatisfechas– que exige una mirada autocrítica sobre lo que debemos hacer para hacer de nuestro país un lugar en el que todos y todas puedan satisfacer sus necesidades básicas y hacer realidad su proyecto de vida”.

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Es importante, dijo, que dejemos de ser un Estado “frágil”, en cuya capital se concentra la mayor parte de la riqueza que producimos y que proviene de diversas regiones, provincias y comunidades que han visto limitado su desarrollo.

“En los últimos años, lejos de consolidar la democracia, hemos visto periodos cortos de gobierno que lo fragilizan, poniendo en riesgo el Estado de derecho y la seguridad, por lo que es necesario recomponer el tejido social y tener vocación de diálogo, así como tender puentes”.