El debate del último domingo 25 de setiembre dejó más dudas que certezas sobre por quién votará la ciudadanía este 2 de octubre en las elecciones para el nuevo alcalde de Lima. Expertos coincidieron en que el formato del evento de exposición de ideas organizado por el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) no ayudó a que los limeños puedan tener en claro cuál es la visión de ciudad de cada postulante al sillón municipal, pero sí contribuyó a que se descartaran algunos rostros, ya sea por el manejo de la calma y o por el temperamento de los candidatos de cara a una futura gestión municipal.
En este sentido, La República se contactó con dos expertos en análisis político, quienes coincidieron en que los grandes perdedores del debate municipal fueron los dos candidatos que lideraban la intención de voto hasta minutos antes del evento desarrollado en el auditorio de la Universidad Mayor de San Marcos.
Al respecto, Richard Tapia, director del Instituto Peruano de Comunicación Política (IPECOP), señaló — en entrevista con este medio— que había gran expectativa por escuchar a Daniel Urresti y Rafael López Aliaga, pero consideró que ambos desperdiciaron la oportunidad de afianzar sus candidaturas frente al electorado.
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“Había gran expectativa por escuchar a los dos candidatos que estaban punteando las encuestas, que eran el Sr. Urresti y el Sr. López Aliaga, pero en mi concepto ambos han decepcionado, porque desperdiciaron una grandísima oportunidad para afianzarse en esos primeros lugares”, comentó.
En este sentido, Tapia considera que el candidato de Podemos Perú se equivocó al amenazar con irse del debate y encarar a los moderadores: “Si eso pasaba, le dejaba el campo servido a López Aliaga y a Forsyth. Hubiese sucedido lo mismo que con Renzo Reggiardo (en la candidatura pasada)”.
En tanto, la politóloga Alexandra Ames señaló que un candidato con tanta experiencia política como Daniel Urresti no puede permitirse perder el control durante un debate emitido por señal abierta, ya que eso da una mala imagen para alguien que tiene que administrar una gestión municipal.
“Se le dio la oportunidad a aquellas personas que estaban debajo del candidato que se encontraba liderando las encuestas (Urresti), quien, a mi juicio, ha sido el gran perdedor del debate, porque las formas que tuvo para hacer un reclamo a una periodista no fueron las adecuadas”, comentó.
En lo que respecta al representante de Renovación Popular, Richard Tapia consideró que este estuvo lejos de mostrar su mejor rostro como candidato: “Vi a una persona muy distraída del debate, no estaba metido al 100%”.
En tanto, Ames advierte que apelar mucho a mensajes de tranquilidad evocando a la figura de Dios puede ser contraproducente para la imagen de un candidato: “López Aliaga intentó mostrar calma y mucha paz, pero ha mencionado tantas veces mensajes de amor a Dios que termina siendo un poco trillado”.
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Finalmente, quien capitalizó mejor el bajo desempeño de quienes lideraban las encuestas de opinión fue el candidato de Somos Perú, quien, pese a no brillar en el debate, le bastó para mostrar la calma necesaria y cohesionar la percepción que tiene la población sobre él como una persona enérgica y que enfoca sus esfuerzos en el trabajo, lo que podría verse reflejado en su desempeño como posible alcalde de Lima.
“Sin hacer mucho esfuerzo, quien va a capitalizar esa baja performance (de Urresti y López Aliaga) va a ser el Sr. Forsyth”, señaló Richard Tapia, quien dijo encontrar cualidades en Forsyth Sommer que podrían ayudarlo a despuntarse durante esta última semana previa a las elecciones del 2 de octubre.
Alexandra Ames también coincide en que el formato no ayudó a que Forsyth destaque de forma contundente, pero advierte que lo mostrado le basta para considerarlo como el ganador del debate: “Creo que fue muy estratégico de parte del candidato Forsyth presentar mucha calma. Pienso que también supo mostrar una habilidad de proyectar energía para hacer gestión. Sin embargo, el formato tampoco ayudó a posicionar una visión de ciudad o cómo la percibía él”.