La realización de reformas electorales para un mejor resultado en los comicios generales del 2024, si el Congreso los fija para ese año, debe vencer conflictos de intereses de los parlamentarios, según destacan especialistas. Una controversia clave es de quienes responden a cúpulas que quieren mantener el control de la selección de candidatos.
La reforma que establece las elecciones primarias abiertas, simultáneas y obligatorias contraria el interés de aquellos que, manejando partidos, deciden quiénes postulan a la presidencia del país, al Congreso, a gobiernos regionales y alcaldías.
En estas elecciones primarias, los ciudadanos deben elegir, entre las propuestas de los partidos, a quienes serán candidatos: la oferta electoral no es definida por cúpulas de grupos políticos, sino por la población.
Elección. Se busca cambiar reglas para mejorar resultados.
Aunque la norma para la realización de estos comicios primarios se dio en el 2019, se suspendió ya tres veces. Por eso, no hubo en las elecciones parlamentarias del 2020, las generales del 2021 ni en las regionales y municipales del año actual.
“Es la reforma más importante que se ha dejado de lado. No la quieren los partidos en unos casos porque sienten que se les sustrae el casi monopolio de la designación de candidatos, y en otros por desconocimiento. Esta vez hay tiempo para hacerlas, ya no hay pretexto para no hacerlas”, dice el politólogo Fernando Tuesta, profesor de la Universidad Católica (PUCP), expresidente de la Comisión de Reforma Política del 2019 y exjefe de la ONPE (Oficina Nacional de Procesos Electorales).
Tuesta estima que, si se confirman las elecciones generales para abril del 2024, las primarias serían la segunda o tercera semana de enero de ese año. Todos los ciudadanos votan para definir la oferta electoral, que ya no dependerá solo de partidos.
La realización de esta reforma justifica aplicar otra: la eliminación del voto preferencial para elegir congresistas. Esto porque en las elecciones primarias la ciudadanía ya expresa su preferencia al definir quiénes integrarán las listas de candidatos al Parlamento y el orden de estas.
“Es perfectamente posible la aplicación de las reformas electorales aprobadas en 2019. Hay tiempo razonable para aplicarlas. Sin embargo, hay un permanente y sistemático ataque a la autonomía e independencia de organismos electorales y un acoso a autoridades del Jurado Nacional de Elecciones y la ONPE por parte de algunas bancadas. Esto socava el equilibrio de poderes y la garantía de elecciones libres, justas y democráticas”, dice el abogado Jorge Jáuregui, experto en derecho electoral.
Advierte que es indispensable que los cambios en la legislación electoral no establezcan vetos políticos contra potenciales contendores electorales de los partidos que quienes legislan.
Constitución. Grupo clave de Guerra García, antes de Juárez.
El congresista fujimorista Hernando Guerra García, presidente de la Comisión de Constitución, ha dicho que priorizará los proyectos de bicameralidad, requisitos para ser candidato, prohibición de nepotismo electoral y reelección encubierta, no destrucción de las cédulas de sufragio, renovación parlamentaria a medio mandato, cambio en las circunscripciones electorales y la reelección de gobernadores y alcaldes, entre otros.
La mirada al Congreso es clave para no perder las reformas.
José Tello, ministro de Justicia
“El Ejecutivo busca socializar una propuesta de reforma en materia electoral, con la colaboración de la organización civil, los secretarios generales de los partidos políticos, así como los abogados”.
Fernando Tuesta, politólogo, PUCP
“Las elecciones primarias son la reforma más importante que se ha dejado de lado. No la quieren los partidos en unos casos porque sienten que se les sustrae el casi monopolio de la designación de candidatos”.
Nancy Vidal, constitucionalista
“Es importante asegurar plazos que permitan culminar la inscripción de partidos, las primarias para una mejor legitimidad de las candidaturas y para implementar la paridad y alternancia”.