El Congreso aceptó finalmente los pedidos de reconsideración, entre los cuales destacaba un oficio de la Cancillería, para que se acepte el acuerdo con la OEA por el cual Lima será sede de una asamblea del organismo internacional en octubre.
El jueves, el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, el fujimorista Ernesto Bustamante, recomendó no aprobar la solicitud. “El problema es que se está metiendo en el acuerdo, de contrabando, el concepto de la ideología de género”, había dicho.
Bustamante se refirió a uno de los anexos sobre el uso de baños, donde se señala que el Gobierno peruano “debe proporcionar, además de baños comunes, baños individuales y al menos un baño neutro”. El argumento del fujimorista fue que dicho anexo era “innecesario” y “debe borrarse”.
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El representante de la Cancillería, César Landa, había declarado a La República que, si dicha decisión no se revoca, la medida “afectaría gravemente al Perú en su credibilidad internacional de asumir compromisos internacionales”.
“Resulta una cuestión que deja al Perú en descrédito a nivel internacional por no aceptar este elemento importante para la inclusión de todos los grupos”, añadió.
El rechazo a la incorporación de “baños neutros” era, según los expertos, absurda. Los congresistas decían que aceptar los baños neutros permitía que se insertara el concepto mal llamado “ideología de género”, pero el canciller lo negó.
“Es simplemente un baño neutro para los días en que se llevará a cabo la asamblea. Y solo lo usarán las personas que asistan, que serán alrededor de 600. Esto no modifica ninguna ley interna ni obliga a nadie en el Perú a usar este tipo de prácticas que ya son estándares internacionales que se aplican en algunos eventos internacionales a los que el Perú asiste”, fundamentó.
Temprano, Bustamante había intentado explicar su rechazo al documento enviado por el Ejecutivo: “La OEA pretendió introducir cambios en el derecho interno peruano, con tema de la ideología de género, usando como pretexto pedir aprobar acuerdo para realizar 52a sesión de OEA en Lima. El Perú y la OEA deberán suscribir nuevo acuerdo”, sentenció.
Ante esto, el constitucionalista Luciano López replicó con energía: “Esos ‘cambios’, jurídicamente, significarían modificación o derogación de normas constitucionales, legales o reglamentarias. ¿Qué artículos de la Constitución, leyes o reglamentos estarían derogándose o modificándose?”, emplazó.
Al final, el Congreso aprobó el acuerdo con 100 votos a favor, 7 en contra y cero abstenciones, lo cual fue saludado por Landa. “Esto demuestra la unidad nacional”, expresó el canciller.
La “Coalición LGBTIQ+”, que reúne a organizaciones de América Latina y el Caribe, hizo público un pronunciamiento donde se dirigieron al presidente de la república, Pedro Castillo, y a Luis Almagro, secretario general de la OEA. En el documento habían alegado lo siguiente: “Vemos con extrema preocupación el rechazo del pleno del Congreso peruano para que la ciudad de Lima sea sede del 52° periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la OEA, esgrimiendo como razón el pedido de implementación de un baño neutro”.
Luis Almagro compartió públicamente dicha carta, suscribiendo así la queja. El bochornoso incidente también había sido rechazado por colectivos de derechos humanos.