La ex primera dama Lilia Paredes expresó gratitud al Gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) por aceptar su asilo político. En la publicación que hizo, pidió a las organizaciones de derechos humanos que “cautelen (...) a nuestros compatriotas”. Además, solicitó “especial atención a la salud” de su cónyuge y expresidente de la República, José Pedro Castillo Terrones, encerrado en el penal de Barbadillo.
Lilia Paredes tras asilo en México. Foto: @LiliaParedesN/Twitter.
En efecto, AMLO se mostró dispuesto a brindar la entrada de los consanguíneos del ex jefe de Estado peruano, incluso desde antes de alguna solicitud. Su apoyo trascendió la diplomacia, ya que el mandatario opinó en contrariedad de la retención de Castillo Terrones tras su intentona golpista del 7 de diciembre.
El mismo martes 20 de ese mes que el canciller mexicano, Marcelo Ebrad, confirmó que se aceptó el asilo, una resolución judicial permitió que Paredes y sus hijos tramitaran los salvoconductos para salir de la nación. La Sala Penal de Apelaciones de la Corte Superior Nacional de Justicia declaró nula la comparecencia con restricciones impuesta a la ex primera dama.
Sobre una hipotética extradición por la investigación del Ministerio Público en contra de Paredes —que la sindica como integrante de una presunta organización criminal encabezada por su esposo—, el excanciller Rodríguez Mackay descartó, en diálogo pasado con este medio de comunicación, que dicha posibilidad exista. Si ocurre sería contradictorio, porque el Gobierno de AMLO tendría que acceder.
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La ministra de Relaciones Exteriores peruana, Ana Gervasi Díaz, anunció el mismo día que el Gobierno mexicano aprobó el asilo político a la familia más próxima de Pedro Castillo, la decisión gubernamental de nombrar persona no grata al canciller de dicho país en nuestra nación, Pablo Monroy Conesa.
Este hecho le fue notificado al titular de relaciones diplomáticas en el país centroamericano, Marcelo Ebrad, quien escribió en Twitter que la decisión fue “infundada y reprobable”. “La conducta de nuestro embajador ha estado apegada a derecho y al principio de no intervención”, añadió.