El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, jefe de la cancillería de la potencia norteamericana que visita nuestro país por la 52 Asamblea de la OEA (Organización de Estados Americanos), ratificó la posición estadounidense en contra de eventuales medidas antidemocráticas que pueden darse en otras naciones del continente, como el Perú, mal utilizando normas y apelando a un supuesto respaldo popular.
“Podemos pronunciarnos cuando líderes de nuestra región que fueron elegidos democráticamente toman prestada la fórmula de los autócratas para tratar de permanecer en el poder y debilitan los sistemas de controles y equilibrios”, expresó Blinker al referirse a la gobernabilidad democrática.
“Por ejemplo, al aprobar leyes que otorgan al Gobierno facultades excesivamente amplias para censurar a los medios de comunicación y la sociedad civil, ampliar la duración de los mandatos; y hostigar, perseguir o destituir a funcionarios gubernamentales de postura independiente, como fiscales y jueces, por el mero hecho de hacer su trabajo. Estamos viendo más líderes que toman estas medidas antidemocráticas, a menudo bajo el falso pretexto de que cuentan con apoyo popular”, agregó el alto funcionario del Gobierno estadounidense.
Blinken advertía que cada vez hay más líderes antidemocráticos en la región y pidió a los asistentes que condenaran de manera inequívoca los regímenes autoritarios como los de Nicaragua, Cuba y Venezuela.
Sin embargo, sus expresiones también resonaron con especial significado en la coyuntura peruana, marcada por la confrontación política entre los poderes Ejecutivo y Legislativo en que las facultades de cada uno se utilizan para buscar afectar al otro alegando un reguardo de nuestra democracia.
Agregó que trabajará con sus socios, gobiernos y organizaciones de la sociedad civil para denunciar estos abusos.
“Quiero ser muy claro: no se trata de elegir lados entre izquierda y derecha o progresistas y conservadores, se trata de comprometernos con la democracia por delante de las ideologías y de los partidos”, aseguró en un encuentro de la Asamblea de la OEA, el último jueves 6.
Ayer, viernes 7, Blinken pasó a otro punto de la agenda de su visita en nuestro país: la lucha contra la pesca ilegal no solamente en el Perú sino en esta parte del litoral americano.
El representante del Gobierno estadounidense visitó un mercado de pescado en el distrito limeño de Chorrillos para expresar el apoyo de su país a los productores locales y denunciar la pesca ilegal por embarcaciones de otros países.
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“Uno de los grandes desafíos que vemos aquí en Perú, pero también en muchos países del mundo, es el problema de la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada”, declaró Blinken mientras desayunaba pan con pejerrey entre los pescadores.
“Este es un desafío creciente y algo que no está recibiendo la atención que merece”, resaltó.
Desayuno marino. Blinken sorprendió con visita a zona de pescadores de Chorrillos donde desayunó pan con pejerrey. Foto: difusión
Aunque no mencionó a China, la potencia que disputa el liderazgo mundial con Estados Unidos, el gigante asiático era un referente, pues varias embarcaciones de pesca ilegal provienen de las costas chinas.
Blinken anunció un proyecto internacional para combatir la pesca ilegal en la región con una ayuda de 18,2 millones de dólares para el Perú y Ecuador, como parte de un programa que se denomina ‘Por la pesca’.
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Según lo señalado, este programa será financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), que contribuye con unos 5,7 millones de dólares, y la fundación filantrópica Walton Family Foundation (WFF), que aporta unos 12,5 millones.
Con esto, Blinken marcó la agenda de sus últimos días en el Perú con llamados contra medidas antidemocráticas y combate a la pesca ilegal en la región.
El secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, resaltó que, con la millonaria inversión en el programa ‘Por la pesca’, la potencia norteamericana busca promover el equilibrio entre la conservación de los ecosistemas marinos con el crecimiento económico equitativo y los derechos de los pescadores artesanales. “Hacemos un llamado a otros países para que participen activamente y apoyen a la comunidad internacional en la lucha contra la pesca ilegal no declarada y no reglamentada”, añadió el representante estadounidense.