1. El aterrizaje de Pedro Pablo Kuczynski en el Inti Raymi cusqueño es importante. El mismo ha definido este desplazamiento post-electoral como una visita de agradecimiento por el apoyo recibido. El gesto vale para casi todo el sur andino, reconocidamente decisivo para su victoria a comienzos de mes. Sin duda es una región con grandes necesidades. En el índice de progreso social 2016 que acaba de publicar Fernando D’Alessio (Strategia/Centrum), allí están cinco de las 10 regiones con baja calidad de vida. Ninguno medio, ninguno muy bajo. El contraste con la situación de las regiones costeras es notorio. PPK puede aparecer agradecido, pero no sesgado contra las regiones donde no ganó. 2. El anunciado viaje a la cumbre de la Alianza del Pacífico en la localidad chilena de Puerto Varas hará que Chile sea el primer país que visitará PPK. Allí todavía el jefe de Estado peruano será Ollanta Humala, pero la presencia de PPK será significativa, y habla de la importancia del vecino país en su esquema diplomático. La visita cobrará todavía más peso si se llega a producir un rumoreado tête-à-tête de PPK con la presidenta Michelle Bachelet. Parte de la prensa chilena habla de descongelar la agenda entre los dos países, una alusión a medio año de discrepancias en torno al triángulo terrestre de la frontera sur entre los dos países. En realidad lo ideal para la gestión de PPK sería que el tema del triángulo se mantenga dormido un tiempo más. 3. El viaje a Chile le va a quitar lustre al anunciado viaje a China. La peregrinación a Beijing ha circulado como su viaje inaugural como Presidente, un gesto sumamente significativo. Pero luego se ha visto que el anuncio solo es de un viaje antes de que se produzca la reunión de la APEC en Lima, en noviembre próximo. El tema es interesante además porque el gobierno chino viene expresando en privado una intensa curiosidad por la intensidad de los lazos entre PPK y el gobierno de Washington. Está de por medio la sospecha de que la victoria le llegó del norte. Quizás un viaje de Estado a Beijing antes que uno a Washington es lo que están esperando. Un equilibrio entre China y los EEUU, muy fácil de practicar, sería lo ideal.