"No hay una gran transformación, pero hay gente que se opone a cambios mínimos", aseguraEntrevista: 100 días de Ollanta Humala en Palacio,LaRepublica.pe conversó con el joven sociólogo de la PUCP, Rodrigo Barrenechea. El motivo: Los 100 primeros días del gobierno de Ollanta Humala. ¿Este es un gobierno para decepcionarse? ¿Cuánto poder tiene Nadine Heredia? En líneas generales, el balance de este investigador del Instituto de Estudios Peruanos es positivo, pero se precisa algo más: protagonismo de un presidente que parece tener en los escándalos auto-generados su talón de aquiles. José Miguel Silva @jomisilvamerino ¿Estos 100 días deben analizarse teniendo en cuenta a “la gran transformación” o a la “hoja de ruta”? El gobierno tenía un difícil reto: el satisfacer al distinto electorado y a los distintos sectores que le dieron origen y que eran el resultado de esta tensión que se dio en la segunda vuelta entre un sector que quería cambios más significativos, más fuertes y otro más moderado, de clase media, que si bien rechazaba al fujimorismo, no quería cambios bruscos en su situación. Derecha e izquierda… A groso modo puede dividirse la tensión entre izquierda y derecha. Por el lado de la izquierda, ha tenido gestos audaces como los de la Ley de Consulta Previa y el del Gravamen Minero, que eran además un gesto de ruptura con el gobierno de García que se negó a darle viabilidad a ambas. Con eso generó la sensación de que era un gobierno que iba a cumplir sus promesas hacia ese sector del electorado. Que un presidente cumpla sus promesas le hace bien a la democracia. Y por el lado de la derecha, ha logrado tener tranquilos a los empresarios con el nombramiento de Castilla y Velarde. No sucede así con la oposición mediática o el fujimorismo, que están en otro lado. ¿Ves otros aciertos? La creación del Ministerio de Inclusión social. Designar a Carolina Trivelli disipa muchas dudas sobre la supuesta intención de convertirlo en un aparato clientelar que creara las bases sociales que ayuden a cambiar la Constitución. Trivelli es una profesional que no se va a prestar a eso. ¿Ha sabido manejar bien Humala los escándalos que aparecieron en estos 100 días? ¿No te parece que ha hablado poco? Ahí justo encuentro los errores, además de otros como reacciones destempladas por ejemplo de García Naranjo en el Congreso o la clara improvisación en el Ministerio de Cultura. Es un tema que aparentemente traerá consecuencias futuras. Existía la noción de que sobreexponer a Humala ante la opinión pública, iba a desgastarlo, por eso se buscó manejar las crisis de forma indirecta. En la primera etapa eso estuvo bien. Cuando se le exigía ministros o que saquen a Soberón y Humala no salió de frente a hablar, significaba una correcta demostración de fuerza por parte del gobierno. Pero esto ya llegó a su límite. ¿A qué te refieres? Se ha requerido un pronunciamiento más firme del Presidente para no mellar su imagen presidencial. Ha quedado más clara la opinión de Nadine sobre Chehade que del propio Ollanta. La encuesta del Poder indica que Nadine Heredia está en tercer lugar entre las personas con más poder. Esto nunca pasó antes con una primera dama. ¿Acaso no va contra la institucionalidad que esto ocurra? Creo que esa encuesta está mal. Para mí ella está en segundo lugar por lo menos. De hecho nos habla de un país cuyas instituciones políticas son muy débiles. Una persona que no tiene un cargo político es una de las que tiene más poder. Pero eso no se puede atribuir a este gobierno, creo que va más allá. Aquí hay una tarea pendiente, la de fortalecer instituciones.. ¿Te parece que ha dado señales en ese sentido? Lo más significativo aquí me parece lo del Midis (Ministerio de Desarrollo). Es un esfuerzo por agregarle un componente técnico y más serio a un sector abandonado que ha sido terreno de los partidos de gobierno. Salvo eso, no estoy seguro. En poco tiempo, quizás sea más de lo que avanzaron otros gobiernos. Cien días es poco para evaluar eso. La oposición El Apra con la Megacomisión a cuestas, y el fujimorismo con su líder preso. ¿Crees que así mas o menos se van a dar las cosas? Sin mucha opciones para poder manejarse. Está el terreno de la oposición parlamentaria, donde el fujimorismo tiene la mayoría en la oposición. Pero esa oposición, o gran parte de ella, se niega a ser manejada por el fujimorismo. Mientras haya bancadas que se niegan a plegarse al fujimorismo, es muy complicado formar una unidad de oposición. Esta configuración tan complicada ha paralizado a la oposición hasta que 'Mocha' García Naranjo le regaló al fujimorismo la posibilidad de liderar el debate parlamentario con su interpelación. Luego pasó lo de Chehade. Creo que el fujimorismo se está posicionando a partir de las denuncias contra el gobierno. ¿Cuál es el otro tipo de oposición? La oposición empresarial me parece mínima. Los empresarios me parecen muy pragmáticos, por lo que creo que la oposición más difícil es la de los medios de comunicación. No entiendo el juego de estos actores. No sé si es parte de la inercia de la campaña o la falta de costumbre de perder una elección después de 20 años, pero hay una resistencia muy fuerte a aceptar que algunas cosas van a cambiar. No te hablo de aceptar una gran transformación, porque eso no se ha planteado, pero no se quieren aceptar siquiera pequeños cambios, simbólicos, o de discurso. Veo mucha intolerancia. Es una oposición que no sabe dónde residen sus intereses. De pronto ven fantasmas del velasquismo o del chavismo en cosas mínimas. Los nacionalistas, al verse acusados han dicho que las denuncias en su contra son parte de la mafia, o del aprismo…¿hasta cuándo va a ser viable este tipo defensa? No creo que les dure mucho porque la victimización respecto del pasado es algo que no rinde muchos frutos políticamente. Anticorrupción ¿Crees que Humala tiene claro cómo resolver las propuestas básicas que hizo durante la campaña? No lo sé claramente. Creo que lo que sí tiene claro Humala, o no sé si Nadine más que él, es la necesidad de una "política de reconocimiento". Por el tipo de cosas que ha venido haciendo hasta ahora, se ve algo que era muy necesario luego de un gobierno como el de García, que agudizó las contradicciones sociales. Más que el resultado concreto en la economía, hay un conjunto de gestos políticos que son muy valiosos. Por momentos se pensaba que en el Perú no pasaba nada y que debía ganar PPK. ¿A cuáles gestos te refieres? El viajar a Ica y que se haya comprometido a una reconstrucción rápida es una muestra simbólica hacia un pueblo que estuvo postergado. Hubo una tensión tan fuerte dentro de la campaña electoral, que sigue latente y debe resolverse en la sociedad peruana. ¿El proyecto minero Conga puede ser un punto de quiebre sobre cómo el gobierno de Humala piensa tratar el tema de las grandes inversiones en zonas pobres? Son varios los intereses en ese tema... Es que todos tienen intereses. Hay muchas tensiones al interior del gobierno. Ahora el Ministerio de Ambiente está teniendo una posición más fuerte con respecto al tema minero, lo cual siempre debió ser así. Habrá que ver la solución a este tema, pero no me parece mal que haya un contrapeso entre minas y medio ambiente para dar una solución relativamente equilibrada, para eso sirven los contrapesos dentro del Estado. Identificas etapas en estos primeros 100 días Hubo una primera etapa de desconcierto y cierta improvisación al inicio por parte del gobierno. Luego el desconcierto pasó a la oposición en torno a las medidas que tomó Ollanta. Los opositores estaban dispuestos a hacerle frente al gobierno en el campo económico y constitucional, pero del otro lado no se impusieron grandes cambios en estos sectores. Luego de esto viene una tercera etapa. Viene lo de García Naranjo y la oposición retoma algo de iniciativa. Eso sigue aún mientras el pasivo de Chehade continúe. Los garantes ¿Qué tanta trascendencia han tenido Toledo y Vargas Llosa en estos 100 días? Vargas Llosa no tiene ningún papel político aquí. Es como una reserva moral que tiene papeles determinantes y positivos. La naturaleza de esta reserva moral es no desgastarse. Quizás se está reservando para un momento en donde sí sea necesario. Sobre Toledo, creo que es muy interesante ver a un expresidente haciendo política. Eso es algo que no hemos visto en el país hace años. Ahora está él, García y Fujimori; esto parece una democracia normal. ¿Perú Posible perdió y por dentro empezó a caerse todo no? No es una estructura muy sólida, sin embargo, Toledo está aquí y eso es algo extraño. No estuvo durante todo el gobierno de Alan y su vacío lo ocupó Bruce y Waisman en el Congreso. Creo que ahora su papel es hacer una mayoría condicionada. Veremos cómo se mueve ahora con este tipo de temas como el de Chehade. Nelson Manrique asegura que el equipo de gobierno puede ser improvisado (por la diferencia de perfiles que hay entre los que lo integran), pero al final es “una improvisación feliz”. ¿tú como lo ves? Me parece que en algunos sectores hubo improvisación y en otros no, pero sí me parece que el resultado final es feliz. Las críticas más fuertes al gabinete vienen por ejemplo contra Roncagliolo que dice que Estados Unidos no es ya un socio prioritario. Me parece que aquí hay algunos confundidos que no se dan cuenta que no ganó PPK. En esa medida creo que el equilibrio al que se ha llegado, teniendo en cuenta la tensión en la que el Perú está, es bueno. Se está logrando manejar esa tensión teniendo en cuenta que estamos en un país con profundas desigualdades o con fuertes contradicciones.