Polémica. Presidente olvidó críticas a monumental obra. Entre fuegos artificiales y la presencia de jefes de la Iglesia Católica, bases apristas y fujimoristas, jefe del Estado pidió la reconciliación. Marco Sánchez. Con fuegos artificiales y mucha pirotecnia verbal, el presidente Alan García inauguró en Chorrillos “El Cristo del Pacífico”, monumento de 37 metros que le costó duras críticas por ser construido con un millonario aporte de la empresa brasileña Odebrecht, beneficiada con gruesas licitaciones del Estado desde el 2006. García aprovechó a los miles de visitantes al Morro Solar de ese distrito por el feriado y rindió “homenaje a todos los peruanos que creen en Dios”. Entre banderas blancas y amarillas (los colores del Vaticano) y otras de Haya de la Torre, agradeció al alcalde de Chorrillos, Augusto Miyashiro, y “el apoyo de muchos amigos empresarios” por hacer posible la obra. Odebrecht Perú donó 833 mil dólares para la escultura, pero el costo total del proyecto se calcula en 5 millones de soles. El propio Jefe de Estado ha dicho haber donado 100 mil soles de su sueldo. A ello se suma el costo de mantenimiento (36 mil soles al año) asumidos por el municipio chorrillano. “Solo seres humanos” García no se inmutó ayer por las críticas, leyó pasajes bíblicos e invocó a que el Cristo “proteja al Perú en su camino a la concordia, la reconciliación y la prosperidad impulsando el bienestar y la paz”. Culminó con esta frase: “ Que el Cristo nos enseñe que solo somos seres humanos”. A continuación se inició un espectáculo de fuegos artificiales por largos minutos, bajo las melodías clásicas del Aleluya y el Ave María de Schubert. La moderna iluminación del monumento fue el punto culminante. García comparó la obra con la Cruz ubicada en el mismo morro, construida en 1988 con los restos de torres de alta tensión destruidas por el terrorismo, como gesto de recibimiento al extinto papa Juan Pablo II. Anoche lo acompañaron el nuncio apostólico en el país, el presidente de los obispos del Perú, monseñor Miguel Cabrejos, sus ministros y congresistas. Días antes el arzobispo de Lima, monseñor Juan Luis Cipriani, defendió la obra y criticó a la alcaldesa Susana Villarán. Anoche también se observó a bases apristas de varios distritos de Lima con pancartas que recordaban las obras presidenciales durante los cinco años de gobierno. Fujimoristas empañaron acto Militantes fujimoristas empañaron la ceremonia cuando exigieron a gritos la libertad de Alberto Fujimori, bajo lo que llamaron una “cruzada pro salud” de su líder. A pesar de que servidores del despacho de Martha Moyano estuvieron presentes, la legisladora fujimorista negó toda coordinación. “Me sorprendió y les agradezco, fue espontáneo y no se coordinó ninguna movilización”, dijo a este diario. Más temprano en la fortaleza de Kuélap, Chachapoyas, junto a su Consejo de Ministros, García dijo que “la historia va a recordar que el Perú haya recuperado su carácter de país piloto en América Latina y sea visto con envidia por otros países, que se haya hecho retroceder la pobreza” y que “ningún periodista podrá quejarse porque se respetó la libertad de expresión. Sobre el Cristo del Pacífico dijo que nunca esperó críticas y reiteró que no costó nada al Estado.