El programa Cuarto Poder reveló la compleja cadena de transferencias de un Porsche Cayenne Turbo, inicialmente propiedad del clan Sánchez Paredes y que pasó por varias manos hasta llegar a Andrés Hurtado, propietario de AH Entertainment Company S.A.C. En julio de 2023, Hurtado vendió el lujoso vehículo a Luis Enrique Sánchez Aranda, propietario de la cevichería 'Mi Barrunto', por 30 mil dólares. Sin embargo, Sánchez Aranda lo devolvió a Hurtado en noviembre de 2023, apenas cuatro meses después, por el mismo monto. Desde ese momento, el vehículo no ha tenido nuevos traspasos, y recientemente fue hallado abandonado y cubierto de polvo en una cochera de Miraflores, en medio del escándalo que rodea a Hurtado, también conocido como Chibolín.
En 2010, Carlos Alberto Sánchez Alayo adquirió un lujoso Porsche por 135 mil 340 dólares. En 2012, lo transfirió a su primo, Orlando Sánchez Miranda, por 105 mil dólares. Ambos pertenecen a la familia Sánchez Paredes, implicada en investigaciones relacionadas con el narcotráfico. En 2014, el vehículo fue vendido a Miguel Zegarra Macchiavello por 72 mil dólares. Posteriormente, en 2020, Zegarra lo vendió a la empresa de Chibolín por 100 mil soles. Finalmente, en julio de 2023, la empresa de Andrés Hurtado traspasó el Porsche a Luis Enrique Sánchez Aranda, conocido como 'Luchito Mi Barrunto', por 30 mil dólares.
Durante el reportaje de Cuarto Poder indicaron que tuvieron acceso al registro fiscal de todos los propietarios que han tenido el Porsche. A excepción de Chibolín, tanto los primos de la familia Sánchez Paredes, 'Luchito Mi Barrunto' y el empresario Miguel Zegarra presentan una investigación preliminar por actos de conversión y transferencia, en la misma fiscalía y casi en las mismas fechas. Este es el factor común entre ellos. El viernes, la fiscalía inició diligencias relacionadas con los autos abandonados.
En otra parte del reportaje del documental, se reveló que otro vehículo de alta gama bajo la mira de la fiscalía es un Volvo C70 del año 2009. En su interior se encontró únicamente una botella. Según los registros públicos, en 2011, IAMI Inversiones S.A.C. adquirió el vehículo por poco más de 100 mil soles. Años después, en 2018, Segundo Alejandría Villegas lo compró por solo 5 mil 500 dólares y lo revendió casi al doble, es decir, por 10 mil dólares, a la empresa AH Entertainment Company S.A.C. de Chibolín en 2020. Además, se destacó que no sería la primera vez que Segundo Alejandría Villegas se ve involucrado en estas extrañas operaciones; su nombre también apareció en la cadena de transferencia de la camioneta Cadillac que utilizaba Chibolín sin ser el propietario en los documentos.
La camioneta Cadillac Escalade, conocida como “La Bestia” y utilizada por Andrés Hurtado, tiene una cadena de transacciones sospechosas. Aunque su costo original es de 60 mil dólares, está registrada a nombre de Juan Yucpuy Ramírez, un hombre de 80 años que afirma no reconocer el vehículo como suyo. Este caso ha generado sospechas de un posible esquema de lavado de activos, según un informe de Cuarto Poder.
Yucpuy, quien asegura no haber visto nunca la camioneta y no tener licencia para manejar, es el actual propietario en documentos. La camioneta ha cambiado de dueño varias veces en un corto periodo, siempre a precios reducidos, lo que plantea dudas sobre la legitimidad de las transacciones. Abraham Mina Recabarren, tesorero y colaborador cercano de Hurtado, compró el vehículo inicialmente por 36 mil 500 dólares. Posteriormente, pasó por varias transferencias, incluyendo ventas a 10 mil y 7 mil dólares, antes de ser transferida a Yucpuy por solo 3 mil soles. Este historial ha suscitado inquietudes sobre el uso indirecto de la camioneta por parte de Hurtado.