Estamos retrocediendo a tiempos antiguos. El Decreto Supremo 009-2024 ha sido aprobado por el Ministerio de Salud, clasificando el transexualismo, el travestismo y las incertidumbres sobre la identidad de género como desórdenes mentales. Esto representa, sin lugar a dudas, un serio paso atrás y una agresión hacia la comunidad LGBTIQ+ en Perú.
Volvemos a la edad media. El Ministerio de Salud aprobó el Decreto Supremo 009-2024 que tipifica el transexualismo, el travestismo y las dudas relacionadas con la identidad de género como trastornos mentales. Sin duda, un grave retroceso y un atentado contra la comunidad LGBTIQ+ en el Perú.
El documento lleva la firma de la presidenta de la República, Dina Boluarte; el ministro de Salud, César Vásquez; y el ministro de Economía, José Arista.
Como era de esperarse, diversos colectivos se pronunciaron en contra de esta disposición. El viernes 17 en la tarde, aliados y miembros de la comunidad LGBTIQ+ protestaron en los exteriores del Ministerio de Salud para pedir que se derogue la norma.
Plantón contra el decreto supremo en los exteriores del Minsa. Foto: Miguel Calderon/ URPI-LR
Por su parte, el Minsa emitió un comunicado y se justificó diciendo que usó la décima versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) para la emisión del decreto supremo. Cabe señalar que ese manual fue aprobado por la Organización Mundial de la Salud en 1990, hace más de 30 años.
El doctor Carlos Alvarado, director general de Aseguramiento y Prestaciones del Ministerio de Salud, manifestó que el único fin de este decreto era "salvaguardar los derechos de todos los ciudadanos que tienen una prestación de salud".
Una afirmación dudosa si se tiene en cuenta que al calificar como enfermos mentales a aquellos miembros de diversidades sexuales se les pone en una posición más vulnerable que en la que ya se encuentran.
El doctor Alvarado aseguró que lo que hubo detrás de esta norma fue una buena intención, pero como se usó el CIE-10, que aún contempla la transexualidad y el travestismo como enfermedades, es que tuvo que tipificarse de esta manera.
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“Desde el punto de vista como está organizado el aseguramiento en el país, nosotros tenemos el CIE-10 todavía. El CIE-10 contempla estos diagnósticos. Y el CIE-10 es internacional, lo usan todos los países del mundo”, explicó.
Asimismo, agregó que debían incluirse con el fin de que las personas de la comunidad trans reciban prestaciones de salud. "Lo único que he tratado de hacer es que ellos tengan el derecho de que cuando paguen un seguro privado, tengan el derecho para que se les dé todas las prestaciones de salud", recalcó.
Sin embargo, que se utilice la parte más obsoleta y peligrosa del CIE-10 no sería algo casual ni tampoco es una explicación completa.
De acuerdo con el exministro de Salud, Óscar Ugarte, indica que aun así en el Perú el CIE-11 no se haya implementado, no tiene nada que ver con el decreto supremo del Minsa que aprobó la presidenta Boluarte.
“Ya sea el CIE-10 o el 11, estas orientaciones sexuales no pueden ser consideradas como enfermedad. A nivel internacional nadie lo considera como enfermedad. Es una excusa, un atarantamiento”, comentó.
Es más, durante la gestión del doctor Ugarte, el 12 de junio del 2021, se firmó la Resolución Ministerial 753-2021, que aprueba el documento técnico: Orientaciones Técnicas para el Cuidado Integral de Salud Mental de la Población Adolescente.
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Entre los lineamientos del documento se hace referencia al artículo 6 de la Ley de Salud Mental, que “considera prioritario el cuidado de la salud mental en poblaciones vulnerables (…) bajo un enfoque de derechos humanos, equidad de género, interculturalidad e inclusión social (…)”.
César Vásquez es uno de los ministros de Boluarte desde junio del 2023. Foto: Andina
Por ello, resulta sorprendente que el ministro Vásquez haya firmado una norma que contradice a otra ya existente.
Lo dicho por Ugarte coincide con lo que explicó el también exministro Hernando Cevallos, quien aseveró que las "diversidades no pueden catalogarse como parte de una patología".
"Me parece que el Ministerio de Salud debe dejar de lado cualquier sesgo religioso o de prejuicio y ceñirse a la evidencia científica. Me parece que debe terminarse con cualquier especulación, ceñirse a lo que determina la OMS y los distintos estudios que señalan claramente que la diversidad sexual no es una enfermedad", comentó.
Aunque el uso de un manual de hace más de 30 años no es una excusa válida para que el Minsa apruebe este decreto, hay que preguntarse por qué el Perú aún no implementó el CIE-11, que —según la OMS— ya se aprobó en el 2019.
Para el exministro Ceballos, esto es una clara muestra de falta de voluntad política. Sin embargo, uno de sus colegas, el doctor Víctor Zamora —que también dirigió el Ministerio de Salud—, además de voluntad política, hace falta que haya una estabilidad para que puedan darse estos cambios.
"El CIE-11 ha sido aprobado hace poco más de 3 o 4 años. Entonces, en los últimos años a la aprobación del CIE-11, hemos tenido cinco presidentes de la República, más de una decena de ministros de salud, con sus respectivos funcionarios; dos congresos de la República. No hay tiempo para que ninguna voluntad política se exprese. Sin embargo, tampoco significa que retrocedamos", puntualizó.