Los fiscales del equipo especial del caso Los Cuellos Blancos del Puerto son objeto de espionaje de sus reuniones de trabajo, denunció el fiscal supremo Jesús Fernández Alarcón.
Según dijo sospechan de esta situación desde hace algunos meses, pero recién la han podido confirmar cuando el audio de una reunión de trabajo fue filtrado a los medios, con la intención de afectar su credibilidad.
El equipo de Fernández conoció la existencia del audio cuando periodistas de diferentes medios le pidieron sus descargos. Lo que los fiscales se preguntaron, más allá de lo que se dice en el audio filtrado, es ¿quién grabó la conversación y con qué objetivo?
Durante la tercera semana de febrero, Fernández convocó a sus cuatro fiscales adjuntos y otros colaboradores, en total menos de 10 personas, para definir la investigación al empresario Samir Abudayeh.
Esa reunión fue grabada y probablemente otras, dicen. En el Ministerio Público no saben si uno de los fiscales participantes es un topo. O si hay equipos de interceptación en las oficinas o las comunicaciones de uno o más de los participantes en la reunión son ‘chuponeadas’.
El equipo especial del caso Los Cuellos Blancos del Puerto trabaja en cuatro niveles: la Fiscalía de la Nación, la Fiscalía Suprema Anticorrupción, una fiscalía superior y tres fiscalías provinciales.
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Cuando se genera una información, como la que indica que el empresario Samir Abudayeh tenía vínculos con el detenido juez Walter Ríos, coordinan para evitar duplicidad en las investigaciones.
El equipo de Fernández investiga a jueces y fiscales superiores, como Walter Ríos. Al no tener la condición de magistrado, Abudayeh es investigado por la fiscal provincial Magaly Quiroz.
Fernández también lo puede indagar como coinvestigado de Ríos. Esta posibilidad ha generado conflictos internos anteriormente. Para evitar cualquier cruce, el fiscal supremo reunió a su equipo.
En el audio filtrado a los medios, la fiscal adjunta Fany Quispe le informa que la fiscal provincial Magaly Quiroz ya inició una investigación a Abudayeh, pero bajo el título de “los que resulten responsables”.
Anota que hizo así porque todavía no queda claro cuál es la relación de Abudayeh con Ríos, pues aún falta identificar el “cuerpo del delito”, es decir, cuál es el proceso judicial para el que el empresario pidió ayuda.
Existe un audio interceptado el 2018 de una llamada entre ambos investigados, en la que también participa el abogado Sandro Herrera Granda.
Aseguran que ni en la conversación ni en el almuerzo se habló de un proceso específico. Encontrar ese proceso es clave para la investigación, pues la simple llamada no es delito.
Samir Abudayeh saltó a la opinión pública cuando se denunció que Petroperú lo habría favorecido con un contrato para la compra de biodiésel.
Entonces, Gianfranco Paredes, que quiere ser colaborador eficaz, recordó la relación de Abudayeh con Ríos.
Aparentemente, el empresario no tiene procesos en el Callao, por lo que sospechan que pudo pedir favorecer a Sandro Paredes. ¿Solicitó ayuda para otros? La respuesta facilitará la investigación.