Analistas políticos señalaron que en caso de que se adelanten las elecciones generales para resolver la crisis generada por la constante confrontación entre el Ejecutivo y el Congreso, debe ir acompañado de una reforma para que no se repita la inestabilidad de los últimos seis años, con cuatro presidentes y tres Parlamentos.
Percy Medina (jefe de Misión en Perú de Idea Internacional), Alexandra Ames (jefa del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad del Pacífico) y el analista político Javier Azpur precisaron que para ello se debe seguir los procedimientos que la Constitución y la ley establecen, es decir, con una reforma constitucional que cambie el cronograma electoral. Agregaron que, si bien en este momento no hay muestras de que ni el Ejecutivo ni el Legislativo lo van a plantear, la ciudadanía tiene el poder para exigirlo, no solo a través de marchas sino con propuestas concretas.
Medina recalcó que, como ocurrió con la caída de Alberto Fujimori, el adelanto de los comicios debe darse en el marco de un amplio acuerdo con la participación de la sociedad civil.
“El año 2000, luego del colapso del gobierno de Fujimori se dio una salida política, en estrecha colaboración con la Mesa de Diálogo promovida por la OEA, que pasó por un adelanto de elecciones presidenciales y del Congreso. Y para ello se hicieron algunas reformas en la legislación electoral porque se requerían normas básicas que garantizaran reglas distintas”, dijo.
Sostuvo que aún hay opciones para hallar una solución a la crisis, pero todas pasan por un diálogo honesto entre las fuerzas políticas. “Se requieren acuerdos urgentes”, exhortó.
Remarcó que la salida para resolver la crisis se debe hacer con legitimidad social, si no las calles seguirán protestando. “Es muy importante que los acuerdos políticos en estos casos cuenten con consenso social. Si se hace solo en la cúpula, se corre el riesgo de que al no tener legitimidad social, las calles respondan en contrario. Es muy importante que el consenso al que llegan las dirigencias sea respaldado socialmente y tenga el beneplácito de la opinión pública, de lo contrario esos acuerdos pueden ser fácilmente revertidos por la gente en la calle.
Por su parte, Ames consideró que ya hemos llegado al límite, que estamos en un punto en que el diálogo entre el Ejecutivo y el Parlamento no será suficiente.
“Si bien hasta hace unos días lo que más demandaba la ciudadanía era la generación de consensos entre los diversos poderes del Estado, hemos llegado a un punto de inflexión en que el diálogo ya no sería suficiente. Ha escalado tanto la crisis que la única salida viable desde el punto de vista institucional es pensar en un adelanto de elecciones”, dijo.
Expresó que si Castillo ni el Congreso lo plantean, los ciudadanos pueden exigirlo, el problema —advirtió— es que no somos conscientes del real poder que tenemos y nos quedamos atrapados en el acontecimiento y pedimos soluciones que no nos van a sacar del problema.
“Para que Perú empiece a jugar un buen partido, no basta con sacar a los jugadores, necesitamos cambiar las reglas de juego. El problema es que la ciudadanía no está pidiendo lo correcto, que es forzar a los tomadores de decisión de que se lleve a cabo una gran reforma institucional no solo a nivel de reforma política sino del Estado, para asegurar una adecuada implementación de políticas públicas, acompañadas de un servicio civil sólido y competente”, comentó.
Recordó que hace unos años la ciudadanía celebró el cierre del Congreso y acudió a las urnas esperanzada, creyendo que íbamos a tener un mejor Parlamento, y ya vimos que la solución no pasa solo por sacar a los actores.
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Mientras que Azpur explicó que hemos llegado a un punto en el que el presidente debe evaluar dar un paso al costado y renunciar para abrir un proceso de adelanto de elecciones, pues el principal problema del Gobierno es el propio Castillo, que desde el inicio ha tomado decisiones equivocadas, así como por la corrupción de su entorno.
Indicó que se debe abrir un debate que incluya caminos de transición y, al mismo tiempo, una discusión de cambios y reformas que nos garanticen que no volveremos a pasar por esta crisis política permanente que vivimos desde el 2016.
“Nuestra clase política no tiene voluntad de reforma, por lo que la ciudadanía tendrá que movilizarse para exigir que hagan cambios indispensables y dar marcha atrás en la contrarreforma al tirarse abajo la democratización de los partidos políticos, las elecciones abiertas y simultáneas. Que pida aplicar esas reformas que fueron de consenso nacional en su momento y se aprobó en el referéndum”, planteó.
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Javier Azpur, analista político
“El presidente debe hacer una evaluación seria y tomar una decisión en el sentido de dar un paso al costado y renunciar para abrir un proceso de transición en el marco constitucional”.
Alexandra Ames, politóloga U. Pacífico
“Hace unos años la ciudadanía celebró el cierre del Congreso y acudió a las urnas esperanzada de un Parlamento mejor, pero ya vimos que la solución no es solo cambiar a los actores”.
Percy Medina, Idea Internacional
“Es importante que los acuerdos políticos en estos casos cuenten con consenso social. Si se hace solo un acuerdo en la cúpula, se corre el riesgo de que las calles digan lo contrario”.