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Política

Rubén Vargas: “El presidente, con su silencio, le está dando la espalda a su ministro del Interior”

En entrevista con La República, el exministro del Interior Rubén Vargas aseveró que no cree que exista una “persona con sentido común y autoestima” que acepte ser titular del Mininter con Javier Gallardo como comandante general de la PNP.

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Rubén Vargas fue ministro del Interior en el Gobierno de transición de Francisco Sagasti. Foto: La República

El exministro del Interior Rubén Vargas sostiene que, al no pronunciarse tras la renuncia de Avelino Guillén al Mininter, el presidente de la República, Pedro Castillo, avala las acciones del cuestionado comandante general de la Policía Nacional del Perú, Javier Gallardo.

- ¿Cómo toma la renuncia de Avelino Guillén al Ministerio del Interior tras no recibir el respaldo del presidente Pedro Castillo en el tema de los ascensos policiales?

Con absoluta preocupación, con indignación y lamentando que la Policía esté llegando a niveles de una crisis institucional en un contexto de inseguridad ciudadana. Es una renuncia como consecuencia de una crisis generada por la insubordinación del comandante general de la Policía Nacional. La insubordinación de Javier Gallardo no solamente es en el tema de los ascensos, sino que es una cadena de hechos cuyo escalamiento obedece a una indecisión y desinterés de zanjar el problema por parte del jefe supremo de las Fuerzas Armadas, es decir, el presidente.

El presidente de la República, que conoce de la insubordinación del general Gallardo por versión de Avelino Guillén, debió tomar una decisión inmediata apoyando a su ministro del Interior; sin embargo, (Pedro Castillo) no tomó la decisión y eso claramente tiene que entenderse como un respaldo al comandante Gallardo y a todas las acciones que ha venido realizando en insubordinación.

Pone en grave riesgo a la institucionalidad de la Policía, al sector y a los fundamentos mismos del Estado de derecho, donde se parte de la premisa que las Fuerzas Armadas y la Policía están subordinadas a la autoridad civil, al poder político.

Avelino Guillén. Foto: Carlos Contreras Merino / La República

- Esta semana se confirmó la declaratoria de emergencia en Lima y Callao, que implicaría un trabajo articulado entre el Ministerio, Policía y Fuerzas Armadas. ¿No es contradictorio dar ese anuncio sabiendo que existe un enfrentamiento entre el alto mando policial y Avelino Guillén?

El Gobierno se está equivocando al declarar en estado de emergencia a la seguridad ciudadana. Debió haber empezado declarando en emergencia al sector Interior y la Policía. Lo responsable habría sido primero resolver este problema, por la insubordinación del general Gallardo, y luego presentar a la ciudadanía el plan para enfrentar a la inseguridad.

Declarar en estado de emergencia la seguridad es un anuncio demagógico, un gesto político que viene a decirnos que van en la línea de la mano dura, que es absolutamente carente de sentido. Finalmente, es el recorte de derechos fundamentales. (...) Me sorprende que un gobierno de izquierda, que invoca a cada momento al pueblo, pretenda enfrentar el problema recortando derechos fundamentales del pueblo. Creo que es un síntoma de que se ha perdido el rumbo.

- ¿La Policía tendría la legitimidad necesaria para liderar las acciones que ordene el Gobierno tras la declaratoria de emergencia?

La institucionalidad de la Policía Nacional está siendo petardeada, maltratada y socavada por, lamentablemente, su comandante general. De acuerdo a las denuncias presentadas por el subcomandante de la PNP, se habrían producido actos de corrupción en el proceso de ascensos de coroneles a generales. Se habla hasta de montos de dinero. (...) Convierte toda la plana de oficiales en un mercado persa.

Además, el comandante general de la PNP ordenó el retiro, casi el castigo, de oficiales probos que estaban investigando casos de criminalidad organizada en la Diviac y la Dirandro. Ese conjunto de hechos daña directamente la institucionalidad. ¿Y quién está ocasionado eso? El comandante general. ¿Y quién está avalando esas conductas irregulares? El presidente. Estamos frente a una situación terrible y no podemos seguir siendo espectadores.

- La premier Mirtha Vásquez expresó públicamente su apoyo a Avelino Guillén. Ahora, con la renuncia del ministro, indirectamente ha sido desautorizada. ¿Ve una eventual salida de la premier de la PCM?

Si la premier ha dado el apoyo al ministro Guillén y este acaba de renunciar frente a la insubordinación del comandante general, lo que corresponde sin ninguna duda es que la primera ministra renuncie.

¿En qué situación quedaría el gabinete y la premier al renunciar el titular del Interior y permanecer un comandante general con gravísimas acusaciones de actos de corrupción? Es decir, ¿se va a avalar esos actos? No deberían pasar por agua tibia esas acusaciones. Estamos ingresando a un escenario penoso de policías coimeando policías.

Foto: PCM

- ¿Cree que es una situación que se pueda revertir? Por ejemplo, fuentes de Palacio han confirmado que Mirtha Vásquez condicionó su permanencia en el gabinete por la falta de decisión de Pedro Castillo tras el escándalo de Luis Barranzuela

El exministro Barranzuela tuvo que renunciar frente a su posición de promover el cultivo de la hoja de coca, de dar mensajes en contra de la erradicación y de tener un conflicto grave de intereses por sus defendidos en condición de abogado.

La situación ahora es absolutamente peor. Hay gravísimas acusaciones de corrupción contra Javier Gallardo que se ha insubordinado. Frente a eso, el presidente, con su silencio, le está dando la espalda a su ministro del Interior. Entonces, la premier no puede lamentar, de palabra, estos actos y voltear la página. (...) Estamos en un punto de quiebre, donde espero que los ministros apoyen a Guillén y no dejemos que el atentado a una institución como la Policía pase simplemente impune.

- Esta situación de inestabilidad también se dio luego del golpe de Manuel Merino, ya que hubo tres ministros del Interior del Gobierno de Sagasti en menos de un mes. Ello por cuestionamientos en pases al retiro en la PNP. Entonces, ¿cuál es la salida que debería tomar el Gobierno para darle estabilidad al sector Interior?

Creo que la inestabilidad no es solo en el sector Interior, sino que es general. Hay un serio problema de gobernabilidad. En muchos sectores, el Congreso claudicó a su control político, por ejemplo, en el MTC, Energía y Minas y Ambiente. Hay un serio problema en nuestra democracia.

Es importante ponerse algunas reglas básicas que no son negociables. Uno, no tolerar la corrupción bajo ninguna circunstancia. Dos, no se puede relativizar la sujeción de la PNP y Fuerzas Armadas al poder civil. (...) Tres, necesitamos que el Gobierno nos diga cuáles son sus estrategias para enfrentar al crimen organizado y la inseguridad cotidiana. Declarar en estado de emergencia no es una estrategia.

No me vengan con esa preocupación falsa por la inseguridad cuando ellos son los que alimentan los factores que generan esa inseguridad, (...) como permitir que siga operando la minería ilegal, que genera trata de personas, explotación laboral y sexual, corrupción en los gobiernos regionales. (...) Han puesto una camisa de fuerza a la política nacional de lucha contra las drogas al reducir la erradicación de la coca. Además, este Gobierno está permitiendo que los colectiveros y ‘chosicanos’ sean los que se adueñen de nuestras pistas.

- ¿Cuál debería ser el perfil de un próximo ministro del Interior?

Antes de eso (que se nombre un nuevo ministro), creo que es importante que el Gobierno tome una decisión respecto a este comandante general que se ha insubordinado. No creo que haya una persona con sentido común y autoestima que acepte ser ministro aceptando que continúe el actual comandante general de la Policía. Sería un mensaje catastrófico.