El ministro de Relaciones Exteriores, Óscar Maúrtua, defendió al presidente de la República, Pedro Castillo, de las críticas que recibió tras confesar que nunca fue preparado para ser jefe de Estado, ante el periodista Fernando del Rincón, para CNN, en lo que fue su primera entrevista televisiva internacional. Señaló que este sinceramiento del mandatario solo es una muestra de la gran modestia que lo caracteriza.
“Es una expresión de una gran modestia, de un ser que ciertamente nos está heraldando que todos debemos ser mucho más cercanos a lo que quiere la opinión pública popular, lo que piden los sectores más necesitados. (…) El hombre o ser humano nunca deja de aprender”, declaró al medio internacional NTN24.
En esta línea, el canciller Maúrtua indicó que el “aprendizaje” que expresó el mandatario es “recíproco y mutuo”, al considerar que una persona nunca deja de aprender. Señaló que conoce al presidente Pedro Castillo y puede dar fe de que es una persona que “tiene ideas muy claras” y sabe “lo que es pobreza, lo que es miseria, las urgencias de un pueblo que no tiene salud y la precariedad de la educación”.
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A inicio de semana, el presidente de la República, Pedro Castillo, brindó su primera entrevista internacional ante el periodista mexicano Fernando del Rincón, de la cadena CNN. Uno de los temas abordados por el jefe de Estado fue la casa de Breña. En ese sentido, aseguró que nunca trasladó el despacho presidencial a la vivienda del pasaje Sarratea.
Pero cuando fue consultado por los empresarios que visitaron dicho domicilio de Breña y que él saludó por cortesía, el presidente contestó: “No recuerdo nombres”. Asimismo, dijo que nunca ha conocido a Karelim López y que “también fue una sorpresa” para él enterarse que López Arredondo había organizado una fiesta para su hija.
Durante la conversación, Castillo Terrones habló sobre su alta desaprobación según las encuestas, sobre Vladimir Cerrón y sobre Repsol, y también acerca de otros cuestionamientos como las designaciones de ministros cuestionados y la presunta injerencia del Ejecutivo en las Fuerzas Armadas. Y confesó que nunca fue preparado para ser presidente.