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Política

Fujicerronismo: los puntos de encuentro entre la extrema derecha y la extrema izquierda

Especialistas subrayan los rasgos frecuentes en los dos partidos que protagonizaron la corriente opositora durante el voto de confianza al gabinete de Mirtha Vásquez.

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Fujicerronismo es el término que ha adoptado la opinión pública para describir el bloque de oposición que conformaron estos dos partidos durante el voto de confianza al gabinete de Mirtha Vásquez. Foto: composición LR / Jazmin Ceras

Luego de que el bloque completo de Fuerza Popular y 16 de los 37 miembros de Perú Libre votaran en contra del gabinete presidido por Mirtha Vásquez, se popularizó en las redes sociales un término que une a los dos partidos: el fujicerronismo. Esta vinculación de la extrema derecha y de la extrema izquierda evidencia “un espacio de confluencia alrededor de la deslegitimación y la amenaza al Gobierno”, así lo explicó María Paula Távara, politóloga de la PUCP, quien en una entrevista para este diario destaca que aunque el fujimorismo y el cerronismo no sean fraternos, sí presentan puntos de encuentro en este momento crítico para el país.

Por su parte, David Sulmont, doctor en Ciencia Política y Gobierno de la PUCP, indica que se trata de una coincidencia coyuntural, no programática. “Del lado del fujimorismo hay un rechazo a todo lo que sea una política desde el centro hasta la izquierda, y ha coincidido con el ala cerronista de Perú Libre en el voto de confianza al gabinete, pero porque Perú Libre se siente desplazado”, manifiesta el especialista.

Ambos expertos sostienen que estas organizaciones políticas, ideológicamente contrapuestas, comparten rasgos que los conducen hacia un mismo propósito: la desestabilización del poder y la búsqueda de notoriedad son algunos de ellos.

¿Unión entre el fujimorismo y el cerronismo?

María Paula Távara cree que no se trata de una unión permanente. “De lo que sí podemos hablar es de actitudes y riesgos para la democracia y el Gobierno. (...) Son dos organizaciones políticas que, siendo contrapuestas ideológicamente, parecen compartir un deseo o una vocación por horadar la legitimidad del Gobierno, dificultar su capacidad de actuación en el Estado”, señala la politóloga, quien además advierte que si no se hubiese dado la confianza a raíz de los votos de estas organizaciones, el país estaría sumergido no solo en una crisis, sino en una mayor demora para que la presidencia pueda gestionar las necesidades de la población.

En esta línea, David Sulmont declara que “no hay una alianza, sino una coincidencia en los extremos, como ocurre en este o en otros países que, frente a actores más moderados, su juego es más bien es exacerbar las contradicciones para jalar agua para su molino”.

bancada peru libre

¿Qué más comparten estos partidos opuestos?

“No solamente el intento por anular al Gobierno, está también la forma de construcción del partido: liderazgo único, donde no hay lugar al disenso, la forma en que mantienen el control del partido político no es una forma democrática ni que abogue por mejorar la calidad de la representación y, además, comparten una mirada de cooptación del Estado”, enumera Távara, quien defiende la idea de que se trata de una dinámica política que tienen que ver con la priorización de intereses particulares más que con la priorización de la ciudadanía.

David Sulmont destaca un aspecto más: un cuestionamiento a un sector al que ambos llaman caviares. “Ahora vemos que la definición de un caviar tiene que ver con aquel que no está en los extremos y que muestra cierta capacidad de gestión, de negociación”. Ante los ojos de Perú Libre y del fujimorismo esta figura es vista como antipopular. “Es un discurso populista clásico, pero de los extremos”, apunta.

En este contexto, se recuerda que Vladimir Cerrón compartió en Twitter un mensaje que se ajusta a la conclusión del doctor en Ciencia Política y Gobierno: “Lo de fujicerronismo no funciona, lo que sí estamos seguros que funcionaría mejor es el anticaviarismo”.

Bancada de Fuerza Popular. Foto: Marco Cotrina/La República

Frente a las declaraciones de Guido Bellido sobre Pedro Castillo: “Es un sindicalista básico”

Távara afirma que los fujimoristas y los cerronistas no necesitan tener argumentos similares para tener objetivos en común. “En el caso del Perú Libre más cerronista, donde está por supuesto Guido Bellido, se está gestando una postura de purismo tradicional en una izquierda más antigua, por tanto aquel que no piense como yo no debería ocupar los cargos, debe ser sacado. Lamentablemente colocan al sindicalismo como un hermano menor del partido, como menos útil, menos fuerte... Lo que les molesta principalmente es no tener ya un espacio tan definido dentro del Gobierno”, explica. “Es una reacción a haber perdido peso político en el Gobierno por su propia falta de capacidad de aportar a una gestión más estable”, coincide David Sulmont.

El fujicerronismo y la opinión pública

Ahora que ya se ha obtenido el voto de confianza, la fuerza política de estos dos partidos ha quedado mucho más dibujada en la opinión pública. David cree que ambas organizaciones se han perfilado como lo más extremo de la oposición, mientras que Távara opina que “representan mecanismos de bloqueo para algunas transformaciones que el Gobierno puede intentar hacer”. “Lo que podría pasar también es que al no querer ser vinculados con el otro lado del espectro empiecen más bien a tratar de marcar distancia hacia acciones visibles”, agrega la especialista y concluye con la certeza de que falta todavía ver la capacidad de Gobierno para afianzar algunas percepciones en la opinión pública.

Con el voto de confianza otorgado al gabinete de Mirtha Vásquez y anotado en la historia política peruana, el mandatario Pedro Castillo se ha pronunciado a través de su cuenta de Twitter: “Seguiremos bregando sin descanso por los cambios que el pueblo necesita. Somos el Gobierno que impulsa la gesta de la reivindicación social y que apuesta por el desarrollo de nuestras regiones. Con unidad y consensos, lo haremos”, escribió en su perfil oficial.