Después de los años 2001 y 2002, cuando el Parlamento intentó sustituir la Constitución Política que surgió tras el autogolpe del 5 de abril de 1992, el país asiste ahora al inicio de un nuevo debate público bajo dos mensajes generales expresados en las últimas movilizaciones: nueva Constitución y Asamblea Constituyente.
De hecho, en el Parlamento actual ya fueron presentados cuatro proyectos de ley, en la línea de promover una nueva Carta Magna de cara al Bicentenario. En paralelo, al menos siete partidos políticos que participan en las elecciones generales tienen en la agenda de debate el reemplazo de la Constitución de 1993, ratificada en un cuestionado referéndum, durante el régimen de Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos.
Las siete organizaciones políticas con la propuesta de una nueva Constitución son Juntos por el Perú, el Partido Nacionalista Peruano, el Frente Amplio, Democracia Directa, el Frente de la Esperanza 2021, Unión por el Perú (UPP) y Perú Libre.
De hecho, la misma Constitución de 1993 ya contempla dos mecanismos para la reforma total de la Carta Magna, según recordó el expresidente del Tribunal Constitucional (TC) Óscar Urviola.
“De acuerdo con la Constitución de 1993, la reforma constitucional solo se puede efectuar por mecanismos regulados en la propia Constitución. Es decir, el actual Congreso tiene calidad de poder constituyente delegado y puede hacer la reforma total o parcial”, explicó.
Es decir, para sacar adelante una reforma total de la Constitución, el Congreso podría diseñar el nuevo texto y sancionarlo de dos maneras. Una primera opción es que lo apruebe en dos legislaturas ordinarias consecutivas con 87 votos.
La segunda alternativa sería aprobarlo en una primera legislatura ordinaria con 66 votos, pero el texto tendría que ser ratificado por la ciudadanía en un referéndum.
Hasta aquí, sin embargo, todo el diseño y debate estaría en manos únicamente del Congreso, lo cual no necesariamente va en la línea de quienes promueven la propuesta de la nueva Constitución.
Un mecanismo de participación para que la ciudadanía decida si está de acuerdo o no con una nueva Constitución es la llamada “segunda urna”, que propone el partido político de izquierda Juntos por el Perú.
“Nosotros planteamos que el 11 de abril se consulte al país si está de acuerdo o no con una Constitución del Bicentenario elaborado en democracia”, explica José de Echave, precandidato a la primera presidencia por este partido.
El economista considera que con las recientes marchas a nivel nacional, el país ingresa a un “momento constituyente”.
“El punto central es que estamos en un momento constituyente. Nosotros creemos que el país del Bicentenario necesita una Constitución hecha en democracia; la de 1993 tiene origen en el golpe del 5 de abril”, recordó.
En paralelo con la propuesta de Juntos por el Perú, en el Congreso hay dos proyectos de ley que van en la misma línea de la consulta ciudadana. Uno corresponde a Jesús Arapa, exmiembro de la bancada Acción Popular, y el otro, a Javier Mendoza, legislador de UPP.
Solamente si hay una aprobación mayoritaria, se daría el siguiente paso de evaluar el camino más adecuado: podría ser con los mecanismos ya regulados en la Constitución, con la reforma total a cargo del mismo Congreso, o a través de la convocatoria a una Asamblea Constituyente, explica José de Echave.
Sobre este punto, sin embargo, el expresidente del TC Óscar Urviola subraya que, en tanto la figura de una Asamblea Constituyente no está regulada en la Carta de 1993, necesariamente se tendría que aprobar una constitucional que la incorpore formalmente.
Para tal fin, el Frente Amplio ya tramitó un proyecto de ley, con el fin de incorporar en nuestro sistema normativo constitucional la institución de la Asamblea Constituyente.
Ahora bien, existe otro procedimiento impulsado por la asociación de fonavistas que encabeza el hoy precandidato presidencial de Democracia Directa, Andrés Alcántara.
El dirigente adelantó que este miércoles públicamente más de dos millones de firmas recolectadas, con el fin de solicitar la convocatoria a un referéndum para someter a consulta una nueva Constitución.
Al respecto, la constitucionalista Milagros Campos precisó que la actual Constitución no permite ese mecanismo. En tal sentido, el referéndum solo serviría para que el texto ingrese para debate al Congreso, en tanto el modelo de democracia peruano es el representativo.
El aspirante a la primera vicepresidencia de Juntos por el Perú, José de Echave, consideró que una nueva Constitución pasa necesariamente por la modificación del rol subsidiario del Estado, regulado en el capítulo económico.
“Este año ha sido tan difícil y los alimentos que tuvimos fueron gracias a las comunidades; sin embargo, el FAE-Agro no funcionó porque la banca privada no actúa en ese campo. En el Perú no hay un banco de fomento. Ahí hay un claro ejemplo de los límites del modelo de un Estado subsidiario”, explicó.
El economista precisó que la propuesta no apunta a un retorno al pasado. “Se trata de mirar al futuro, con un Estado que impulsa los sectores productivos, con un banco de fomento que existe en la mayoría de países del mundo”, apuntó.
En Lima y en regiones, el mensaje de una nueva Constitución cobró mayor notoriedad con las últimas movilizaciones, principalmente de los jóvenes.
Propuesta: Declarar de interés nacional la convocatoria a referéndum para la reforma total de la Constitución.
Propuesta: Reforma constitucional para incluir el mecanismo de convocatoria a una Asamblea Constituyente.
Propuesta: Autorizar al Ejecutivo para convocar a elecciones para una Asamblea Constituyente.
Propuesta: Plantea referéndum para consultar al país si están de acuerdo con convocar a una Asamblea Constituyente.
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