Cae. La aprobación del presidente de la República, Martín Vizcarra, ante la ciudadanía, sufrió un descenso que la colocó en 66%, cifra que en sí no es negativa hasta que se la compara con el 92% que, a pocas semanas después de iniciada la cuarentena por la pandemia de la COVID-19, respaldó al jefe de Estado.
El último sondeo de opinión del Instituto Peruano de Estudios (IEP) para La República, arrojó que la caída de la aprobación de Vizcarra es más pronunciada en el oriente del Perú.
Desde el punto de vista demográfico y en función del nivel socieconómico, la encuesta reveló que la mayor desaprobación del mandatario se encuentra en los sectores más acomodados del país (A y B). Sin embargo, la tendencia negativa en su aprobación también se arraiga entre los ciudadanos que se encuentran actualmente sin empleo.
En tanto a su respuesta como jefe de Gobierno en el Ejecutivo ante la pandemia, la ciudadanía consultada para el estudio del IEP se dividió del siguiente modo:
El estudio, es preciso indicar, se llevó a cabo entre el 17 y el 23 de junio últimos, de manera telefónica, y cuenta con un margen de error de más menos 2.8 puntos porcentuales.
Otro aspecto considerado en el estudio de opinión arrojó que el 61% de los entrevistados estimó que los contagios de la COVID-19 persistirán, sobre todo ahora que desde el próximo 1 de julio se levantará la medida más drástica tomada por el Ejecutivo para contener la propagación: el aislamiento social obligatorio o cuarentena.
En estricto, el 56% de los consultados consideró que recién para finales de este 2020, los contagios de coronavirus irán disminuyendo.
Y si de apoyar medidas se trata, el 58% de los consultados en el estudio del IEP consideró que la cuarentena obligatoria debería extenderse por más tiempo. Los más proclives a respaldar esta medida se encuentran entre la clase media, es preciso indicar.
En contraste, un 42% respaldó el fin de la cuarentena este 30 de junio. Esta posición, asimismo, es más extendida entre los niveles más acomodados del país y en las regiones del sur, algunas de las cuales vivirán, a partir del 1 de julio, una cuarentena focalizada.