Por: César Romero Calle y Elizabeth Prado
Los motines se están propagando en los penales, junto con la pandemia de la Covid-19. Los reclusos se sienten abandonados, mientras crecen los contagios y nadie recoge los cuerpos de los presos que empiezan a morir enfermos con el SARS-CoV2.
Ayer hubo protestas en los penales de Ancón 2 en Puente Piedra, Castro Castro en San Juan de Lurigancho y Huamancaca Chico, en Junín. Los reclamos se hacen públicos a través de videos que los mismos reclusos graban con sus celulares. Desde que se declaró la emergencia, por temor a los contagios, el INPE se replegó y ya no tiene contacto con los presos, que se han quedado con el control de sus pabellones y celdas.
Los alimentos se entregan solo a los delegados para que los mismos presos cocinen. Además, al prohibirse las visitas, no están ingresando los alimentos de los familiares. Allí no termina todo. Presos de Castro Castro se quejan que deben vivir varios días con los cuerpos de los fallecidos por Covid-19. Los cadáveres de dos reos que fallecieron el fin de semana, recién habrían sido retirados ayer.
Otro motín se registró en el penal Huamancaca Chico, de Junín. Un interno falleció por Covid-19. Otro de los internos fue trasladado a un puesto de salud con síntomas y también murió, pero en este caso el sector Salud no confirmó que haya dado positivo en la prueba.
En diálogo con La República, el viceministro de Justicia, Alex Rueda, informó que los anunciados indultos humanitarios serán tramitados con celeridad y de oficio. “No vamos a esperar la solicitud del interno, vamos a pedir información al INPE y al Poder Judicial (...) No está sujeto al pedido del interno, sino que se aplicará en base a determinados supuestos", enfatizó.
Trabajadores fallecidos. El INPE ayer también dio cuenta de dos trabajadores fallecidos a causa del Covid-19 en los penales de Ancón 1 y Trujillo.