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Política

Salvador del Solar: giro de tuerca en la escena política

Abriéndose paso. Subestimado por venir de la actuación, el ex primer ministro que propició el fin del último Congreso ganó suficiente prestigio para apuntar al 2021. De trayectoria multifacética, ha destacado en el deporte, los estudios y el arte.

Un cambio drástico en la vida política de Salvador del Solar ocurrió el 30 de setiembre del año que apenas acabó. Un ‘giro de tuerca’, dirían en el teatro, cine y televisión. De la debilidad de un primer ministro derrotado en la intención de adelantar comicios generales, pasó a una expectante posición para las elecciones presidenciales.

Su recordado ingreso al hemiciclo del Congreso, contra los bloqueos de fujimoristas y afines, y su alocución al plantear cuestión de confianza propiciaron el fin de un Parlamento rechazado por la mayoría del país. Con esta intervención, participó de la historia y se redimió, para muchos, de la imagen de debilidad nada conveniente.

Las críticas a Del Solar ya estaban desde que entró a la política, a fines del 2016, cuando Pedro Pablo Kukzynski lo nombró ministro de Cultura. “¡¿El actor?!”, cuestionaban muchos.“Celebro la cantidad de críticas... El trabajo que haremos al frente del ministerio con todo el equipo será nuestra respuesta a esas críticas”, declaró entonces.

Era un gran salto en su vida, que ya había tenido varios: había sido deportista nacional, aplicado estudiante de derecho, actor famoso, entrevistador político y profesor universitario.

Lecciones de verdad

A sus 49 años, Del Solar ha sacado lecciones vitales de varias experiencias. A temprana edad, tuvo varias en el deporte. En waterpolo, integró la selección nacional de 1985 a 1990 y campeonó en una Copa Pacífico.“Mi madre nos hizo entrar a la natación a mi hermano Amador y a mí... desde los cinco, seis años en el Club San Isidro… Como a los 13, 14… un grupo de nadadores un poco mayores que nosotros… jugaban waterpolo y me fui pasando”, recordó en una entrevista en Canal N.“Me marcó mucho el trabajo en equipo, esa sensación de representar a tu país es una emoción muy particular”, dijo al sitio web Somos Periodismo, de la Universidad Católica (PUCP).

En el Colegio Santa María Marianistas, era aplicado. “Un alumno muy muy bueno a quien recuerdo con mucho cariño por su forma de ser extrovertida, lo travieso, lo conversador que era”, dijo su exprofesora Pocha Ponce, sorprendida en julio último con la visita del entonces premier en el Día del Maestro.

Cuando seguía derecho en la PUCP, también sobresalió. Fundó una revista jurídica y dio un gran giro: se hizo actor. Aunque desde niño actuaba en la escuela, al tomar cursos de teatro en la universidad, sintió necesario volcarse a eso. “Me daba taquicardia”, contó varias veces sobre su emoción por ese arte.Dejó una auspiciosa carrera de abogado. “Fue mi alumno y practicó en mi estudio. Destacó por su capacidad y hasta por deportista: capitaneó el equipo de fulbito y campeonamos”, rememora el abogado José Ugaz.

“Cuando salió, me comentó que dejaba el derecho por el teatro. Tenía buen futuro en el derecho, pero casi todo lo que hacía lo hacía bien”, agrega.Del Solar aduce que lo desalentó argumentar según el cliente y que más verdad encontraba en el arte. “Me incomodaba... En el teatro, encontraba una conexión con algo indiscutiblemente genuino”, explicó al sitio web Somos Periodismo.

La actriz Lucía Melgar le dio un impulso: “Lo conocía de la universidad y supe que hacía teatro. Tito Salas buscaba actores nuevos talentosos y responsables. Salvador era de los que destacan en todo y debía de tener talento, no es de quienes hacen algo mal. Le avisé”, cuenta.En el papel de sacerdote, apareció en En algún lugar del corazón, dirigido por Salas. Siguieron otras obras y el taller de Alberto Ísola, con más teatro.

Con otro impulso, llegó a la televisión. La presentadora y actriz Olenka Zimmermann lo vio en el teatro y lo recomendó para la novela Lluvia de Arena."Un primo suyo me llevó a verlo. A los días, Michel Gomez me ofreció protagonizar la novela y nombró candidatos para el galán. El personaje era pescador y buen nadador. Sabía que Salvador jugaba waterpolo. Pensé en él y llevé a Gómez al teatro a que lo vea", recuerda."Como compañero de trabajo y profesional es bastante paciente, alegre, positivo, muy divertido y muy estudioso", dice.

La fama, que le vino con las telenovelas, crecía cuando marcó un hito en su propia historia: tras nueve años juntos, se casó con Ximena Bellido en 1998. Con 28 años, empezó una familia a la que se sumarían luego Manuela y Antonia, sus hijas. Pasó al cine y con Pantaleón y las visitadoras, dirigido por Francisco Lombardi, tuvo gran éxito y hasta cierta polémica.Aunque siguió en teatro, cine y televisión, quiso retomar la vida académica. Hizo la maestría en Relaciones Internacionales en la Universidad de Siracusa, en Estados Unidos, el 2002 y al retornar enseñó en la PUCP.

La política

Del Solar siempre miró con atención la política. En su familia, tenía varios referentes. Y cuando le proponen hacer un programa en Canal N, en el 2003, la política ganó espacio."No sabía que enseñaba de política… Era un lado distinto, que él quería comenzar a perfilar… Su formación lo llevaba a una opinión respecto a lo que era país", cuenta Cecilia Cebreros, productora del programa."La pasábamos bien. Nos podía traer el café, sabía qué nos gustaba... Y leía como un burro. Era muy puntilloso", comenta.

En su faceta artística, hizo su primera película sobre una historia con trasfondo político: Magallanes, que evoca los abusos de la lucha antisubversiva. Para entonces, paraba más en Colombia, donde aprovechaba el aumento de producciones. Allí estaba cuando recibe la llamada de Fernando Zavala, entonces primer ministro."Él estaba interesado en colaborar con la administración pública. Lo conocía y una vez que pasó por Lima en el 2016 hablamos de un proyecto para relanzar IRTP. Me gustó mucho su forma de pensar. No dude en llamarlo para Cultura", recuerda.

En el ministerio, Del Solar promovió la Ley de Cine y el relanzamiento del Museo de la Nación. Tuvo un impasse por una muestra en el Lugar de la Memoria crítica al fujimorismo. Renunció luego de que Kuczynski indultó a Alberto Fujimori.

Volvió al Estado como premier de Martín Vizcarra. Ante la resistencia, en el Congreso, a la propuesta del gobierno de adelantar comicios generales, se acercó a los opositores para explorar alternativas. Este paso fue tomado por muchos como debilidad, pero todo le cambió el 30 de setiembre. Hasta ahora.

“Respeta las ideas del otro”

“Lo que le hemos visto como ministro siempre he conocido de él: una persona respetuosa de las ideas de todos. Muchísimo más que lo acostumbrado en el Perú donde se atropella y califica al otro”, dice Cecilia Cebreros, exproductora del programa Esta Semana, que tuvo Del Solar.

“Una vez grabamos en una iglesia con extras. Se tenía que cambiar un lente y tomaba tiempo. Él se paraba y les explicaba por qué la espera y que si necesitaban salir o tomar algo, avisen. Eso me dio una idea de un gran ser humano”, dice el actor Melvín Quijada, del equipo de Magallanes.

Una familia con historia en la política

La familia de Del Solar tiene varios ascendientes en la política. Su tatarabuelo Pedro del Solar Gabans fue premier de Andrés Avelino Cáceres y vicepresidente de Remigio Morales Bermúdez.

Por el lado materno, su abuelo, Jorge Labarthe, fue alcalde del Callao en los sesenta con Acción Popular, además de dirigente del Sport Boys.