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Política

Asháninkas invocan que se erradique cocales del Vraem

Alerta. Jefes nativos de Río Tambo y Río Ene, en Junín, denuncian que sus tierras han sido invadidas y comuneros jóvenes son captados para trasladar droga.

larepublica.pe
Unidos. Fabián Antúnez y Ángel Pedro defienden sus tierras.

Fabián Antúnez Camacho es presidente de la Central Asháninka de Río Tambo. Ángel Pedro Valerio lo es de la Central Asháninka del Río Ene. Ambos llegaron a Lima para respaldar la iniciativa del Estado y Devida de erradicar los sembríos de coca en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem).

Y es que colonos provenientes de Ayacucho, Apurímac y Cusco han invadido sus tierras para sembrar coca, depredando grandes extensiones de bosques. Además, los jóvenes están siendo captados como mochileros para trasladar droga. A esto agregan la contaminación que está generando las pozas de maceración de coca, cuyo producto final va al narcotráfico.

"Esta actividad acaba con los bosques y eso genera el cambio climático. Queremos que se erradique las plantaciones que han hecho los colonos en nuestras tierras y que las comunidades recuperen sus territorios. También nos preocupa que se lleven a nuestros hijos a realizar actos ilícitos. Por eso invocamos al Estado que continúe con la erradicación", señala Fabián Antúnez.

Ángel Pedro Valerio asiente. Él refiere que la cuenca del Río Ene es la más afectada. Allí existen 32 comunidades, seis de ellas han sido irrumpidas por colonos, pero son Katungo Kimpiri y Centro Tsomabeni las más afectadas: 2,500 hectáreas están cubiertas de cocales.

El jefe comunal está seguro de que con apoyo estatal y trabajo conjunto van a poder enfrentar al narcotráfico en el Vraem.

"Esta es la posición que estamos presentando. Vamos a respaldar todas las decisiones del Estado siempre que sea en bienestar de nuestra población", indica quien estuvo en la Cumbre Climática realizada en Nueva York, donde denunció que era amenazado de muerte por luchar contra el narcotráfico, la tala ilegal y tráfico de terrenos.

En la mira de una mafia

La última amenaza no solo la recibió Ángel Pedro sino también Fabián Antúnez y otros dirigentes, a raíz de un convenio que firmaron con Devida para el financiamiento e implementación de proyectos productivos directamente en las comunidades y no a través de las municipalidades como ocurría antes.

"Los colonos lo han tomado a mal. Esta amenaza nos ha despertado mucho temor porque no es una amenaza simple, estamos hablando de una mafia grande que está concentrada en el Vraem", afirma Ángel Pedro.

Y añade que la postura de las dos organizaciones asháninkas es que el gobierno no retroceda en la decisión de erradicar las plantaciones de coca y que las comunidades se desarrollen con los cultivos alternativos que les brinda Devida, los mismos que empiezan a tener éxito.

Pero subraya que el gobierno también debe invertir en sus comunidades, donde la desnutrición infantil llega a 92.5%.

Reunión entre organizaciones del Vraem y PCM

Hace 10 días, en Pichari, concluyeron en que no habrá erradicación en la jurisdicción de la Federación de Productores Agrarios del Valle de los Ríos Apurímac y Ene (Fepavrae), en tanto exista diálogo. La erradicación se hará en los distritos de Río Tambo, Mazamari y Pangoa, a pedido de las comunidades nativas.

El Ejecutivo y Fepavrae están de acuerdo en que debe reducirse los cocales. Tomarán en cuenta la propuesta técnica de Fepavrae. También se evaluará el impacto de Devida en el Vraem.