Los ciudadanos estamos aburridos ante la situación de crisis en cámara lenta que estamos presenciando. Todo parece que funcionara en la superficie: el presidente Vizcarra viaja, habla ante las cámaras y ante la prensa, los congresistas siguen sus rutinas de visitas a su comandante en jefa en la cárcel de máxima seguridad y el bloqueo sistemático de cualquier pretensión de gobierno del Ejecutivo. Los ministros, como el de Economía y Finanzas, salen a implementar el Plan de Productividad y los mineros de la Federación Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Siderúrgicos del Perú (FNTMMSP) se van a la huelga ante el silencio recibido por la carta que le enviaron al presidente.
Creo interpretar cierto sentir popular al expresar que no solo se deben ir los congresistas, los miembros del Poder Ejecutivo y realizar nuevas elecciones. Quienes están de manera permanente en este juego de la vida llamado política peruana y no se van a ir porque no los hemos escogido, los representantes de la Confiep, la SNMHP y toda la prensa de derecha que llena todos los vacíos posibles hablando firmemente del milagro ambiental de las nuevas tecnologías mineras para castigar a Vizcarra por la suspensión de Tía María, deberían también irse.
Obviamente no lo harán.
No son elegidos por voto democrático, simplemente representan a sus pequeños y poderosos gremios, a sus propios intereses económicos, están ahí visibilizándose por siempre, en todos los canales de televisión, en la prensa más importante, en las radios, en los programas de mediodía y medianoche. Esparcen un discurso casi teocrático, sin ánimo de recibir ninguna crítica, con aires de neutralidad y corrección política, escondido bajo una pátina de tecnicismos. Nos queda solo tener una interpretación crítica de sus ideologemas y una movilización en las calles que sume fuerza contra la hegemonía de un discurso que remarca estereotipos para controlar mejor.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos junto con otras organizaciones y gremios han convocado a una movilización llamada “Que se vayan todos” para este jueves a las 5 p.m. en la Plaza San Martín porque “la crisis ha escalado a una situación sin precedentes”. Totalmente cierto. Sin embargo, parece que no nos estamos dando cuenta. “El pueblo se amodorra/ Pero el Destino no deja que se duerma” lo dijo un poeta loco alemán, Hölderlin, hace siglos. Ojalá tenga razón.