El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y sus colaboradores en Perú revelaron en la víspera una serie de fragmentos de los pagos que hizo el Departamento de Operaciones Estructuradas de Odebrecht para varios proyectos en Perú y Latinoamérica.
A raíz de ello, Odebrecht Ingeniería y Construcción (OEC) publicó un comunicado en el que aclaraba que “todos los documentos y testimonios sobre hechos ocurridos, incluyendo la base completa de registros de los sistemas My Web Day y Drousys llevan tres años en posesión del Ministerio Público Federal Brasileño y el Departamento de Justicia de Estados Unidos”.
Asimismo, precisó que toda esa información está disponible “para los países que celebraron acuerdos de lenidad con Odebrecht y concluyeron el proceso de homologación”. Es el caso de nuestro país, que el 17 de junio pasado, a través de la jueza María Álvarez Camacho, aprobó el documento firmado por el fiscal José Domingo Pérez, la constructora y la Procuraduría ad hoc.
Entre otros puntos, el comunicado expresa también que no hubo omisión de la empresa o que “todos los proyectos mencionados en los documentos tienen vinculación con actos de corrupción”. No obstante, indica que parte relevante de esa información entregada a la Justicia, dependiendo de la regulación de varios países, aún no se conoce por la confidencialidad.
Entre los registros de pagos en los servidores de Odebrecht, figuran más codinomes y otros proyectos aparte de los cuatro que ha reconocido la constructora brasileña en el acuerdo: Metro de Lima (tramo 1), Interoceánica Sur (tramos 2 y 3), Vía Evitamiento-Cusco y Vía Costa Verde-Callao.
En total, 17 transferencias vinculadas al proyecto del Gasoducto Sur, otorgada a Odebrecht en 2014, suman US$3 millones 70 mil de acuerdo con los primeros documentos filtrados por el ICIJ. Además, figuran envíos de dinero ilícitos provenientes de la ‘Caja 2′ por otras obras como Chavimochic, Olmos, Rutas de Lima, entre otros, en los que jugó un papel importante la empresa Construmaq SAC, de propiedad de Gonzalo Monteverde, hoy prófugo de la justicia.