Un legado intelectualUna vida dedicada a pensar en el Perú. El sociólogo y antropólogo, uno de los intelectuales más influyentes del país, falleció ayer a los 86 años. Deja una amplia obra académica, sobre la que los peruanos deberemos volver siempre. Es despedido por amigos y discípulos en el Instituto de Estudios Peruanos (IEP). ,El reconocimiento del valor del aporte de Julio Cotler ha sido unánime. La noticia de su muerte se conoció en la mañana de ayer –confirmada por un comunicado de su casa, el Instituto de Estudios Peruanos (IEP)– y, una tras otra, las muestras de agradecimiento de personas que lo conocieron o leyeron se multiplicaron en redes sociales. "Desde lo más cercano, lo que te puedo decir es que Julio tenía tanta generosidad que a todos (en el IEP) nos trataba como sus amigos; no sus discípulos, no sus colegas, sino sus amigos", dijo Ricardo Cuenca, director del IEP, con quien Cotler solía tomarse un café los lunes para conversar sobre el país, la política. PUEDES VER Julio Cotler sobre interpelaciones: El fujimorismo se tumbará a Vizcarra y Basombrío Cotler tenía la necesidad permanente de hacerse preguntas. Venía trabajando en un nuevo proyecto de investigación titulado "Élites, empresarios y poder en el Perú", para el que, incluso, ya había hecho algunas entrevistas. Cotler, como un buen investigador, además, era riguroso en mantener una distancia crítica de las cosas. Ese es uno de las rasgos que más recordó Cuenca. Su obra es amplia. Ahí están Política y sociedad en el Perú: cambios y continuidad, libro del que se encontraba escribiendo un nuevo prefacio y conclusiones para una nueva edición. O El fujimorismo: ascenso y caída de un régimen autoritario, en coautoría con Romeo Grompone. Y Drogas y política en el Perú, la conexión norteamericana. Lo último que publicó con sello del IEP fue Las desigualdades en el Perú: balances críticos, junto a Cuenca, precisamente. El más conocido es, sin duda, Clases, Estado y Nación en el Perú, todo un clásico de las ciencias sociales peruanas. PUEDES VER Cotler: Lo de Odebrecht podría ser un fenómeno tan relevante como el caso Fujimori En Clases, Estado y Nación en el Perú, en el prefacio que escribió para la tercera edición, reflexionó sobre la necesidad de una "afirmación democrática", en circunstancias en que la debilidad estatal para distribuir recursos y atender demandas se suma a la frivolidad de lo que, con indulgencia (o humor negro), los peruanos llamamos nuestra 'clase política'. Cotler era un demócrata convencido. En ese mismo prefació añadió: "Estas convicciones las gané por el estudio y la reflexión que inicié durante mi estancia mexicana, se reforzaron durante los años ochenta ante la vesania senderista, las violaciones de los derechos humanos de los militares, y la imprevisión de los dirigentes políticos; se consolidaron con mi participación en el Foro Democrático para recuperar y afianzar los valores democráticos durante la década infame de Fujimori y Montesinos". Una vida dedicada a investigar En 1966, Cotler se incorporó al grupo de intelectuales que fundaron el IEP, en donde ocupó el puesto de director general en 1985. Debido a sus críticas fue expulsado por el régimen militar, en 1973, y debió trasladarse a México. Nunca militó en un partido político, aunque se sentía próximo a la izquierda. "Pero la izquierda en el Perú, como en general las izquierdas marxistas, son dogmáticas, sectarias, desconocen las monstruosidades de países que adoptaron esa doctrina. Yo no tengo nada que ver con ellos", dijo en la última entrevista que concedió a este diario, en 2016. PUEDES VER Julio Cotler: "Fujimoristas atacan a Humala y Nadine porque no tienen otra agenda" "Su propuesta académica fue siempre de la mano con el apoyo a los valores democráticos.Con una mirada que siempre buscó comprender los problemas estructurales del presente desde el pasado, el trabajo intelectual del Dr. Cotler contribuyó enormemente a la construcción de una visión integral del sistema político, económico y social del Perú", recordó el IEP. En su vida, recolectó varios reconocimientos, entre ellos el Premio Nacional de Cultura, la Medalla al Mérito Cívico en el grado de Defensor de la Democracia, otorgada por el Jurado Nacional de Elecciones, la Orden al Mérito Municipal en el Grado de Gran Cruz, otorgada por la Municipalidad Metropolitana de Lima, el Premio Kalman Silvert, otorgado por la Asociación de Estudios Latinoamericanos, las Palmas Magisteriales en el grado de Amauta, otorgadas por el Ministerio de Educación, y el Doctorado Honoris Causa por la Pontificia Universidad Católica del Perú. El féretro de Cotler llegó a la sede del IEP a las cinco de la tarde junto a sus familiares. PUEDES VER Julio Cotler: sería un milagro que bancada del Frente Amplio se ponga de acuerdo A partir de entonces se hicieron presentes personalidades como el presidente de Transparencia, Allan Wagner, y el exministro de Cultura Juan Ossio. Innumerables arreglos florales fueron ocupando los ambientes de la casa ubicada en Jesús María. Entre ellos, el enviado por la ministra de Educación, Flor Pablo Medina, y el del rector de la Universidad Mayor de San Marcos, Orestes Cachay. La Oficina Nacional de Procesos Electorales, el Jurado Nacional de Elecciones, el Instituto Bartolomé de las Casas, la Pontificia Universidad Católica del Perú fueron algunas de las instituciones que lo hicieron inmediatamente. Por decisión de los familiares, no se permitió el ingreso de la prensa. Realista Cotler siempre tuvo la fama de ser alguien pesimista, sin embargo prefería asumirse como alguien "realista". "Esa es una de las cosas que me cargan", comentó en otra entrevista a La República. Y una de las cosas que le intrigaban era que, a pesar de todo, el Perú siguiera funcionando, a su manera: "La historia es lo que es y sin embargo tomamos café y salimos a la calle con un cierto grado de seguridad. Mal que bien las cosas continúan. Eso es lo sorprendente (...) Yo, a estas alturas de mi vida, pienso que de repente tenemos referencias normativas muy elevadas, ¿no?", añadió en esa misma conversación. Suele decirse –un lugar común– que el mejor homenaje para alguien que se esforzó por investigar y escribir es mantener su recuerdo vivo a través de la lectura de sus trabajos. La sentencia, en el caso de Cotler, reviste un carácter de urgencia. Que su legado sirva para que los peruanos pensemos más en el país que somos, en los varios desafíos que enfrentamos.