Depende de qué quiere hacer con su gobierno hasta 2021.,La bancada PpK volvió a Palacio esta semana buscando vías de coordinación con el Ejecutivo, algo que dependerá de si el presidente Martín Vizcarra cree, en verdad, que necesita bancada y, en última instancia, de lo que él quiera hacer con su gobierno en los 29 meses que le quedan, lapso que no es poca cosa. PpK no fue querida por Pedro Pablo Kuczynski cuando era presidente, ni ahora por Vizcarra, quizá porque –como casi todas las bancadas– es un menjunje sin otro rumbo que la suma no cohesionada de los objetivos y ambiciones de sus miembros, algunos valiosos para el país, pero otros de muy sospechoso interés particular. PpK tiene hoy otra fuerte crisis interna –por ejemplo, entre Mercedes Aráoz y Salvador Heresi– y deambula entre la intención de colaborar con el gobierno de Vizcarra, y la de oponerse al mismo como lo plantea Juan Sheput. PpK no es la bancada oficialista. A eso más se parece la Liberal, aunque no del todo pues, coincidiendo en muchos asuntos con Palacio, proyecta autonomía en función de los temas. ¿Le conviene a Vizcarra establecer una coordinación fluida con esta bancada PpK? ¿Le conviene al presidente tener una bancada oficialista? Partiendo de la realidad de que no tenía bancada, y tras la conclusión a los cien días de su presidencia de que entregarse al fujiaprismo era el camino seguro al fracaso, Vizcarra cuajó un esquema político para su gobierno que ya cumple un año en marzo, basado en no contar con bancada propia. Dicho esquema se sustentó en el planteamiento de un enfrentamiento con el congreso –siempre dentro del marco constitucional, con frecuencia en los extremos del mismo– para la aprobación de decisiones extremas como la disolución del corrupto CNM, del referéndum o la creación de la JNJ. Si el presidente Vizcarra quiere seguir solo por ese espacio durante el tiempo que le queda, en realidad no necesita bancada. Solo un látigo. Pero si desea avanzar en reformas sectoriales importantes, como, por ejemplo, las de competitividad, sí va a necesitar establecer coaliciones con sectores del congreso, pues es imposible que gobierne poniendo contra las cuerdas de la cuestión de confianza por cualquier asunto que no le aprueben.