"El tema no es que tenga menos intención de voto, sino que pertenece a otro grupo social de la política, que en este momento no parece muy atractivo para el gran público".,¿Hasta dónde puede remontar Jorge Muñoz? ¿Puede ganar? Parece que sí. Su intención de voto acaba de acercarse a la parte alta de la competencia. Un salto notable, en un plazo muy corto, y que ha venido acompañado de un cierto impacto en los medios. Se ha vuelto el candidato que efectivamente podría ganar en la recta final. Se necesitaba una acumulación de metidas de pata entre los punteros para que Muñoz pasara a las grandes ligas de esta elección. En esto su situación se parece algo a la de Enrique Cornejo en las municipales del 2014, cuando el electorado entendió su calidad de administrador público, si bien demasiado tarde. Pero igual eso lo catapultó a un segundo lugar. Al cual no llegará ahora. Muñoz traía varios hándicaps. Viene de conducir un distrito con poca población electoral, es decir que no es suficientemente conocido. Echó su suerte con Acción Popular, un partido poco interesado en él, aunque la lampa lo puede ayudar en la cabina de votación. Es un caballero allí donde sus mayores competidores no tienen ese tipo de impedimento. Pero el freno más serio es que por su compostura en campaña no ha producido el tipo de imagen insólita o pintoresca que atrae votos hacia un candidato. Presentarse desde el inicio como el colorao solo ha servido para hacer notar su evidente estilo de antigua familia. Esto en una elección dominada por lo incontrolablemente mesocrático. Pero al final los reparos le han servido. Muñoz no es del club de los punteros en ningún sentido. El tema no es que solo tenga menos intención de voto, sino que pertenece a otro grupo social de la política, que en este momento no parece muy atractivo para el gran público. Que en la derecha se diga que es el mejor candidato de la competencia resulta una frase demasiado cargada. Pues los rasgos que definen a los punteros, los que tienen y los que le faltan, son un perfil atractivo para los seguidores que los han puesto allí. Que no son muchos. Candidatos como Muñoz y otros similares (Cornejo es uno de ellos) tienen por delante una tarea de convencimiento pedagógico. Según la encuesta de Ipsos, una semana puede bastar. Candidatos como Muñoz y otros similares (Cornejo es uno de ellos) tienen por delante una tarea de convencimiento pedagógico. Según la encuesta de Ipsos, una semana puede bastar.