Alerta. El jefe del gabinete, César Villanueva, aclaró que es la segunda cuestión de confianza en el gobierno 2016-2021, y que si el Congreso lo rechaza, el presidente Vizcarra queda facultado para disolver el Parlamento.,El premier César Villanueva sustentará mañana (8:00 a.m.) la cuestión de confianza ante el pleno del Congreso, dejando en claro en su oficio dirigido al titular del Parlamento, Daniel Salaverry, que es la segunda acción de esta naturaleza. "Me dirijo a usted para saludarlo y plantear, en nombre del Consejo de Ministros, de acuerdo a los artículos 51, 126 y 133 de la Constitución Política del Perú, por segunda vez en lo que va del Gobierno 2016-2021, cuestión de confianza ante el Congreso", dice el documento. PUEDES VER Comisión de Constitución suspendió debate sobre retorno a la bicameralidad Con ello, el Ejecutivo advierte que está tomando en cuenta el rechazo de la confianza al gabinete de Fernando Zavala, y si ocurre lo mismo, el presidente Martín Vizcarra queda expedito para cerrar el Congreso y convocar a elecciones parlamentarias. Como sustento de la cuestión de confianza presentada, Villanueva considera que hay una "afectación grave e irrazonable a la Política General de Gobierno" al retrasar la aprobación de las propuestas que son ejes de esa política, como son la integridad, la lucha contra la corrupción y el fortalecimiento institucional para la gobernabilidad del país. El mismo miércoles el Pleno tendrá que decidir si acepta o rechaza la cuestión de confianza. El constitucionalista Samuel Abad explica que si el Congreso la rechaza, la Constitución del 93 establece que el presidente queda habilitado para disolver el Congreso cuando se le deniega la confianza a dos gabinetes. Algunos consideran que no sería la segunda cuestión de confianza. Al respecto, Abad sostiene que eso no tiene ningún fundamento. "Cuando votamos el 2016, lo hicimos por una plancha con Kuczynski como presidente y Vizcarra y Aráoz, como vicepresidentes. Estaba previsto que si PPK dejaba el cargo lo reemplazaría Vizcarra. No hay ningún sustento para una interpretación distinta", precisó. Si el Congreso se niega a acatar la cuestión de confianza, la herramienta que tiene el presidente para hacerla cumplir es la misma Constitución, que le da facultades. Otro escenario es que se discuta las propuestas y no se aprueben. En este caso, se estaría rechazando la cuestión de confianza y el presidente puede cerrar el Congreso Respecto a los cambios que hizo el Congreso sobre la cuestión de confianza que ha sido denunciado ante el Tribunal Constitucional (TC), Abad sostuvo que el Congreso trató de regular la cuestión de confianza sin tener la competencia para ello. PUEDES VER Ministra Muñoz: "El Gabinete está firme en la lucha contra la corrupción" “Es como si el Ejecutivo aprobara un Decreto Supremo modificando atribuciones del Congreso, eso no lo puede hacer, pero eso es lo que ha hecho el Congreso”, añadió. Otro argumento es que no se puede pedir la cuestión de confianza por un referéndum, el especialista explicó que el gobierno plantea la cuestión de confianza en políticas claves del gobierno, como es la reforma política y judicial, "y el referéndum es la consecuencia de las reformas”. Para el expresidente del TC, César Landa, la iniciativa del presidente Martín Vizcarra es constitucional y legítima. "La Constitución está para cumplirse y esa herramienta está prevista en ella, nadie puede decir que lo que está planteando el presidente es inconstitucional", aseguró. Referéndum o elecciones parlamentarias Frente a la cuestión de confianza, Rosa María Palacios dijo que o se va a referéndum en diciembre o se va a elecciones parlamentarias. "El presidente tiene ambas opciones sobre la mesa”, precisó. En Sin Guion explicó que en este caso solo hay dos caminos. Uno, que se aprueben los proyectos de ley con 66 votos, con lo que habrá referéndum en diciembre. Si el Congreso declara improcedente o inadmisible el tema, o si se debate, pero no se alcanzan los votos, se considerará la cuestión de confianza rehusada y, por lo tanto, el gabinete cae, se nombra un premier y el presidente puede disolver el Congreso.