Tenemos a un grupo de miserables neonazis que ayer irrumpió en una marcha por los derechos de las mujeres en Santiago de Chile para agredirlas físicamente.,Para tomar consciencia de que las ideologías del odio como el machismo, el nazismo, el racismo y el fanatismo religioso y nacionalista suelen concentrarse en un mismo colectivo, tenemos a un grupo de miserables neonazis que ayer irrumpió en una marcha por los derechos de las mujeres en Santiago de Chile para agredirlas físicamente. Construyeron barricadas, quemaron cosas, varias mujeres manifestantes fueron golpeadas y hoy se reporta que tres fueron apuñaladas en plena Alameda. Los estúpidos nazis que se definen como “patriotas” dejaron su reguero de, según sus propias palabras, “sangre y vísceras animales para recordarles a las aborteras que aquello que buscan es dar muerte a niños”. Lo que a mí más me ha quedado grabado en la piel es la banderola gigante que colgaron entre llamaradas con un lema que en el Perú adquiere una resonancia espeluznante: “Esterilización gratuita para feministas”. Esta “idea” golpea especialmente en un país como el nuestro en el que tantas mujeres pobres mueren por abortos clandestinos e insalubres cada año, pero también por las miles de indígenas que fueron esterilizadas a la fuerza por el fujimorismo. Solo gente que no ha tenido que sostener un cuerpo oprimido, una identidad discriminada, ni padecer todas estas violencias –desde los estereotipos de belleza, pasando por el acoso callejero, la violación en espacios seguros, el embarazo no deseado, la maternidad forzada, las violaciones de la pareja, las violaciones correctivas si eres lesbiana, la violencia médica y obstétrica, la violencia transfóbica– podría ser capaz no solo de llevar su ignorancia hasta el atrevimiento, sino de ensañarse con las que nos rebelamos contra ese destino. Lo peor es que sus actos vergonzosos tendrán un efecto llamada, porque la escalada de violencia crece y la estupidez es muy contagiosa entre los terroristas machistas que, como sabemos, son los primeros en gritar contra el derecho a decidir de las mujeres pero también son los primeros en maltratar y abandonar a sus hijos.