Sigue el ataque de FP a la libertad de expresión.,Ya sea sabe que el fujimorismo es a la libertad de expresión como el agua y el aceite, pero uno de los errores más graves que Keiko Fujimori puede cometer en su intento de llegar a ser presidenta de la república, es atacar a los medios porque eso es algo que la ciudadanía no se lo va a perdonar. El ataque a la libertad de expresión por parte de Fuerza Popular es antiguo y en este congreso ha incluido una decena de iniciativas, una de las cuales ha sido el proyecto perpetrado junto con Mauricio Mulder para prohibir la publicidad estatal en medios privados, cuyo afán no es una racionalización y efectividad del gasto público sino la venganza y el chantaje de la manera más cruda. Keiko Fujimori no cree que perdió la elección por su propia responsabilidad, sino por la culpa de los medios; entre otros, como declaró hace unos meses, del canal de televisión Latina cuya área de noticias dirigió este columnista. Y Alan García cree que la gente asocia su rostro a la corrupción también por culpa de los medios. Mulder es el ariete de sus frustraciones y revanchas para vengarse de la prensa y amenazarla con recortar su posibilidad de seguir investigando sobre ellos en el futuro. Entonces, sacan la ley para prohibir la publicidad estatal en medios privados con el fin de tratar de hundirlos. Y justo después de hacerlo en la noche del jueves, al día siguiente, lanzan otro petardo contra la libertad de expresión. Se trata del proyecto del congresista de FP Clayton Galván para, con el biombo de “fortalecer la profesión”, obligar a los periodistas a colegiarse como requisito para desempeñar esa labor. Lo que se busca es sacar del oficio a gente que moleste. El proyecto es un mamarracho que revive un torpedo similar planteado en el congreso contra la libertad de expresión hace más dos décadas, y que es revivido cada vez que el poder se incomoda. Es tan conocida esta amenaza contra el periodismo que hace 33 años la Corte Interamericana, a través de la Opinión Consultiva OC-85, ante un proyecto similar en Costa Rica, señaló que la colegiación obligatoria es incompatible con la libertad de expresión. Y que cualquier persona puede ejercer el periodismo porque esta actividad es imprescindible del ejercicio de la libertad de expresión. Pero eso, que está bastante claro, ¿cómo se lo explicamos a una bancada como la de FP que está llena de impresentables que ni han ido al colegio y que bambean títulos y certificados de estudios?