Polémica por excarcelación de cabecilla terroristaGolpe a la cúpula. El 11 de junio de 1988, el coronel José Miranda Acero, al mando de un grupo de agentes de la Dirección contra el Terrorismo, detuvo al entonces número 2 de Sendero Luminoso en una casona a la espalda del Poder Judicial. Casi 30 años después del espectacular operativo, Miranda deplora la excarcelación del cabecilla.,“Una tarde del mes de mayo de 1988, mientras me encontraba en mi oficina del Grupo Operativo Delta 8, de la Dirección contra el Terrorismo (Dircote), una información importante llegó a mis oídos. El dato era que un mando de alto nivel de la cúpula de la organización terrorista Sendero Luminoso se encontraba en Lima”, relató el coronel PNP en retiro José Miranda Acero, de la ex Policía de Investigaciones del Perú (PIP). No se le cruzó por la cabeza que se trataba del número 2, de Osmán Morote Barrionuevo, el fundador del partido de inspiración maoísta que pretendía tomar el poder a sangre y fuego. En esa época, pretender atrapar a alguno de los cabecillas senderistas era un imposible. Era una banda extremadamente hermética. La delación se pagaba con la vida, bajo el mandato de: “El partido mil ojos y mil oídos”. Nada se escapaba a la cúpula encabezada por Abimael Guzmán Reinoso, íntimo amigo del ex rector de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga Efraín Morote Best, padre de Osmán Morote. PUEDES VER Ministerio Público interpone recurso de nulidad contra excarcelación de Morote y Liendo “En esos momentos no sabíamos que se trataba de Osmán Morote Barrionuevo, el número 2 de la organización terrorista. Era el que le seguía a Guzmán. Solo sabíamos que era un cuadro importante de Sendero Luminoso conocido como el camarada ‘Nicolás’ que había llegado del norte del país y que se escondía en el Centro de Lima. Es así que empezamos a realizar con mi grupo Delta 8 varias operaciones de seguimiento y compartimentaje con la finalidad de identificar plenamente al objetivo”, narró José Miranda, quien en esa época ostentaba el grado de capitán. Morote había llegado a Lima para participar en el Primer Congreso de Sendero Luminoso en el que se definiría la continuidad de la llamada “guerra popular” y trasladar el peso de las acciones armadas del campo a la ciudad, como efectivamente ocurriría poco después, siendo el punto máximo el ataque con coche bomba a la calle Tarata, en Miraflores. El coronel Miranda recordó que cuando comunicó al coronel PNP Javier Palacios Ortiz, jefe de los Deltas, sobre la presencia de Osmán Morote en la capital, este no le tomó importancia. “Ya pues, Miranda, no vengas con cuentos. ¿Tú crees que el número 2 va a estar acá en Lima paseándose suelto de huesos? ¡Nadie te lo cree!”, le dijo en tono de sorna Palacios. Miranda no se quedó tranquilo y decidió informar sobre la presunta presencia de Morote al mismo jefe de la Dircote, general Juan Salas, quien le dio luz verde para seguir con la operación. El lobo cercado “Luego de un mes de trabajo de campo, y una semana antes de la captura de Osmán Morote, logramos identificarlo como el número 2 de la agrupación terrorista de Sendero Luminoso y que se encontraba hospedado en una casona de la cuadra 4 del jirón Manuel Cuadros, exactamente a espaldas del Poder Judicial. Hasta ese momento, ningún miembro de la cúpula había caído preso”, recordó Miranda. “Antes de intervenir la casa de la calle Manuel Cuadros, se ejecutó un plan estratégico de inteligencia y operacional ante una posible reacción por parte de Osmán Morote, ya que se creía que no estaba solo y tenía bajo su mando un grupo de contención fuertemente armado”, relató Miranda. “No nos equivocamos”. “De una sola patada abrimos la puerta de ingreso de la casa de Manuel Cuadros, donde se refugiaba Osmán Morote. Estaba sentado en un sofá muy atento a un televisor de 6 pulgadas. Ni bien ingresamos con el grupo, Morote dio un salto para huir a otro ambiente, y cuando intentaba sacar una pistola que ocultaba debajo de un velador, me abalancé sobre él y lo reduje de inmediato”, declaró José Miranda a La República. Falsa identidad “¡Es él! ¡Es Morote! ¡Osmán Morote!, grité con gran satisfacción al verlo cara a cara”, recordó Miranda, quien no dudó en reconocer que se trataba de Morote porque en la Dircote ya se sabía quién era dentro de la agrupación de Sendero Luminoso. Eran las 11 y 30 de la noche del sábado 11 de junio de 1988. Un momento histórico. “¡Esto es un atropello! ¡No soy ningún delincuente! ¡Se han equivocado, señores! ¡Ustedes son unos intrusos! ¡Los voy a denunciar por abusivos!”, respondió un ofuscado Osmán Morote, quien en todo momento se identificó con el nombre de Pablo García Mayo, mostrando una libreta electoral falsa. Al ser conducido a la sede de la Dircote, el “camarada Nicolás” fue sometido a un examen de huellas dactilares y la policía concluyó que se trataba de Osmán Morote Barrionuevo, nacido en el Cusco el 15 de abril de 1945. Junto a Osmán Morote cayeron también Margot Liendo Gil, “camarada Noemí”, mando importante de la cúpula de Sendero Luminoso; Nina Alvarado Ruiz, “camarada Ana”, y los hermanos Jorge y Wilfredo Mujica Contreras. Durante el interrogatorio Osmán Morote prefirió guardar silencio ante las 33 preguntas que le formularon los agentes de la Dircote sobre su permanencia en el inmueble de la calle Manuel Cuadros 432 en Lima, así como sus vínculos con los otros cuatro terroristas. Según las investigaciones policiales, Osmán Morote era el responsable de todo el aparato militar de Sendero Luminoso. Y su zona de acción y control era el llamado Comité Regional del Norte, que abarcaba Trujillo, Chiclayo, Piura y Cajamarca. El “camarada Nicolás” era buscado por la policía desde hacía varios años, por perpetrar múltiples asesinatos en agravio de miembros de la Policía Nacional, así como una ola de secuestros y atentados terroristas en Lima y provincias. Osmán Morote aparece como no habido en los atestados policiales de la Dircote con treinta procesos judiciales por los delitos de terrorismo y homicidios en Lima, Ayacucho, Junín, Huánuco y La Libertad. El coronel José Miranda Acero explicó a La República que a raíz de la captura de Morote, la Dircote obtuvo valiosa información sobre las acciones militares y políticas de Sendero Luminoso, cuyos documentos se encontraban plasmados en 43 cuadernos escritos de puño y letra por Morote. Preguntado sobre la decisión del Poder Judicial de disponer el arresto domiciliario para Osmán Morote por haber cumplido su condena, y encontrarse bajo proceso por el caso Tarata, el coronel José Miranda Acero respondió: “Considero que los terroristas como el caso de Osmán Morote todavía no han arriado banderas porque han demostrado que no se han arrepentido de sus grandes crímenes. Morote no debe salir de la cárcel”.❧,