Hay indicios de que Nuevo Perú ha llegado a concluir que el acopio del gigantesco número de firmas necesario para su inscripción es una tarea demasiado cuesta arriba como para emprenderla. Sienten que no tienen los fondos, el impulso, ni la organización necesarios. De modo que en algún momento los podremos ver de compras en el mercado de los grupos latentes inscritos en el JNE. Lo que NP tiene es una ex candidata que hasta ahora mantiene un buen nivel de popularidad, una activa bancada con cuadros eficaces en la refriega parlamentaria, y bases suficientes como para ser considerado un partido. En algún momento tras la ruptura con el Frente Amplio quisieron salir a buscar las firmas necesarias, pero el tamaño de la tarea y el día a día los fueron desanimando. A juzgar por una feroz entrevista de Marco Arana contra Mendoza en Correo, el camino de regreso al Frente Amplio está cerrado. Sin embargo hay otros grupos de izquierda con inscripción que podrían aprovechar el jale de Mendoza para llevar cuadros al Congreso. Esas conversaciones flotan en el aire, pero todavía no han comenzado realmente. Hoy no es difícil imaginar por lo menos media docena de candidaturas presidenciales de izquierda en el 2021. La izquierda hace tiempo que ha dejado de ser una identidad ideológica común, para ser una constelación de feudos grupales. En verdad la ideología no hizo mucho por unir a todos los izquierdistas en otros tiempos, pero sí a algunos. Quizás en la era del electorado volátil y la danza de las figuras, la unidad de los izquierdistas ya no es vista como algo tan importante. Ya no se piensa tanto en la izquierda como una suma de militantes, sino como una súbita irrupción de votantes. Después de todo, el Frente Amplio con Mendoza logró colocarse al filo de la segunda vuelta. Cuesta imaginar a Arana como un rival electoral efectivo de Mendoza en el 2021. Perder la candidatura en el 2016 fue un golpe casi decisivo, pues quedó fuera del ranking de simpatía por largo tiempo, es decir hasta hoy. Sus cuadros de segunda fila son bastante menos mediáticos que los de Mendoza. Su verdadero activo es la inscripción en el JNE.