El portal IDL Reporteros ha revelado, gracias a sus privilegiadas fuentes, varios de los detalles y el contenido vertido en medio del interrogatorio a Marcelo Odebrecht, en Brasil. Una de las revelaciones sobre las cuales el Presidente debe tener especial cuidado es el hecho de que habría sido contratado, luego de ser ministro de Alejandro Toledo, por esta empresa brasilera. ¿Es esto un hecho delictivo? Varios abogados coinciden en que no es delito, ni haber sido consultor de la empresa, ni haber sido pagado con dinero de la famosa “caja 2”. Lo que sí está en discusión es la gravedad de haber mentido ante la Comisión Lava Jato del Congreso, tema que PPK tendrá que zanjar. Sin embargo, según IDL, las revelaciones de Odebrecht también pasan por asegurar que sí hubo donaciones a la campaña de Keiko Fujimori, cosa que, siendo o no delito, la lideresa de Fuerza Popular ha intentado negar una y otra vez. Odebrecht habría dicho, en medio del interrogatorio, que “aumentar 500” era 500 mil dólares sobre una cantidad previa ya donada y que sólo Barata podría especificar. A la luz de esta nueva información, la lógica fujimorista pierde todo sentido. ¿Por qué creer en las palabras de Odebrecht cuando habla de PPK y no cuando habla de Keiko Fujimori? Lo cierto es que Marcelo Odebrecht tiene pocas razones para querer mentir y menos implicando a Jorge Barata, posible próximo colaborador eficaz en nuestro país. Entonces, ¿quién estaría mintiendo, a todas luces, descaradamente? Todo indica que sería Keiko Fujimori, usando pedazos de esta información para su conveniencia y pretendiendo negar, a través de videos y otros comunicados, lo que se le atribuye. A Alan García también le toca su parte. No más bromas acerca de “AG” como Alejandra Guzmán. AG es Alan García y punto, y la relación de la empresa brasileña va de generaciones atrás con el ex presidente, según lo habría confirmado el mismo Odebrecht. Sin embargo, la cosa se complica y se torna diferente cuando hablamos del fujimorismo. Keiko Fujimori tiene mayoría en el Congreso, institución encargada de solicitar la vacancia presidencial, que podría decidirse si se alcanzan dos tercios de los votos del congreso, es decir 87 congresistas. Esta cifra no es inalcanzable y el fujimorismo lo sabe. Asumiría Martín Vizcarra como presidente, aunque podrían también vacarlo, a él y a Mercedes Aráoz. La pregunta es ¿se atreverá el fujimorismo a plantear de lleno la vacancia? O ¿usará esta posibilidad para apurar el indulto? Cualquiera de las probabilidades nos demuestra que Fuerza Popular regresa a sus orígenes autoritarios, en los que poco le importaba el futuro de nuestro país.