Hoy es el partido de fútbol de su vida de los peruanos.,Hoy quiero escribir sobre el único tema que importa hoy, que no es otro que el partido en el que Perú se juega, ante el gran equipo de Colombia, el pasaje al mundial de fútbol después de treintaiséis años. Para este sufrido hincha que al menos en el último cuarto de siglo solo se ha perdido un partido de local de la selección –el reciente contra Bolivia, que lo seguí por internet en una sala de espera del aeropuerto de Panamá–, será una tensa espera hasta las 8:30 pm. en que solo hay dos escenarios: euforia por la clasificación o frustración por la eliminación. Escribo esta columna poniéndome en ambos escenarios, y adelanto que, con clasificación o con eliminación, la conclusión es la misma. Esta noche, en efecto, Perú decide su suerte futbolística. Todo el esfuerzo de dos años se resolverá en solo noventa minutos en el que será el partido de su vida de Paolo Guerrero y de todos sus compañeros de ruta, de Ricardo Gareca y de todo el comando técnico, de Edwin Oviedo y de todo el equipo profesional de la FPF y, en fin, de cada hincha peruano, y hasta de los que no son aficionados pero se dan cuenta de todo lo que hoy está en juego: la ilusión de un país acostumbrado a la derrota, en el futbol, y en muchas cosas más. Puede ser injusto, pero así es el fútbol, en noventa minutos se decide todo, y donde solo quedan dos destinos: clasificamos y vamos al mundial –o, al menos, chapamos el repechaje–, o nos eliminan y habrá que postergar la ilusión por cuatro años más. Ambos escenarios son perfectamente posibles. En estas cosas del fútbol, este columnista se declara un pesimista de convicción por la creencia, sin mucho fundamento, de que, si pienso que algo no va a pasar, quizá al final pasa, pero pocas veces ocurre al revés. Así que siempre voy al fútbol pensando en lo peor para que ocurra lo mejor, que el penal se fallará pero que al final entrará, que el arquero fallará pero que al final será el héroe. Si esta noche perdemos, pues nos quedará el orgullo de haber peleado hasta el final, de haber tenido un equipo que remontó este año logrando lo impensable: ganarles a Uruguay, Bolivia y a Ecuador en Quito, y empatar en La Bombonera, pero que, al final, no se pudo. Si eso ocurre, se deberá seguir apostando, desde el día siguiente, por el plan en marcha de la FPF que ya está dando frutos. Y si esta noche ganamos, tocaremos el cielo con los dedos, pero con el mandato de seguir apostando, desde el día siguiente, por el plan en marcha de la FPF que ya dio frutos. ¡Arriba Perú, carajo!