La reciente designación de Luis Galarreta como candidato del fujimorismo a la presidencia de la Mesa Directiva del Congreso de la República ha sido un mensaje de Keiko Fujimori para su padre, su hermano y para el mismo PPK. La pregunta es: ¿se trata de lealtades, de experiencia o de estrategia? Sin sobreestimar al fujimorismo, existe una estrategia de la lideresa de Fuerza Popular, quien desde hace mucho viene “confiando” en los nuevos jales de su partido, antes que en militantes de la vieja escuela como Cecilia Chacón, con 12 años de “lealtad” encima (y con varios juicios de por medio, lo cual parece ser un requisito para ganarse la confianza de la jefa). ¿Experiencia? No se puede negar que Galarreta tiene experiencia con otros partidos y conoce quién es quién en el juego político. Sin embargo, detrás de todo esto hay más conveniencia que lealtad. Galarreta lo sabe bien. Cuando estaba anclado en el PPC, dijo que el fujimorismo había blindado a todos los ex ministros apristas; sin embargo ahora estará en la Mesa Directiva con Mauricio Mulder como uno de sus vicepresidentes. Las lealtades en el fujimorismo de hoy no son más que un juego de poder. Las mismas contradicciones las ha tenido Richard Acuña, por ejemplo, quien ha despotricado contra el fujimorismo en más de una ocasión y ahora gobernará con ellos, pues también ha sido considerado en la propuesta de Mesa Directiva. Ahora bien, todo esto es una movida arriesgada para Keiko Fujimori, sin duda. ¿Es Kenji el único parteaguas? No. Kenji, como señalé en columnas anteriores, puede ser el puente que el fujimorismo necesita, la renovación que Keiko no ha podido llevar a cabo. Sin embargo, el principal parteaguas es, más bien, el indulto. Mucho se ha dicho de lo que pasaría con el gabinete o con el país si se aprueba una liberación de carácter humanitario a favor de Alberto Fujimori, pero no muchos se han preguntado qué pasaría con la bancada fujimorista. ¿Seguiría siendo Keiko la lideresa indiscutible? Es probable que no. La semana pasada entrevisté a Daniel Salaverry y me dijo algo sin que se lo pregunte: No todos consideran a Alberto Fujimori como un referente en el fujimorismo. Saquen ustedes sus propias conclusiones sobre la pregunta anterior. Pase lo que pase, parece que el 28 de julio no habrá novedades sobre un posible indulto. Según Juan Carlos Tafur, las evaluaciones médicas para considerarlo ya están en agenda y la gracia presidencial llegará culminados los exámenes. Sin indulto y con Galarreta en la cabeza del Congreso, no hay novedades en el frente. El discurso presidencial durará entre 30 y 45 minutos, la parada militar solo tendrá una hora de duración por motivos fisiológicos en Palacio y Keiko seguirá sin superar el hecho de haber perdido dos elecciones consecutivas.