Consecuencias políticas de la prisión de Ollanta y Nadine.,Ollanta Humala/Nadine Heredia. Hay consenso en que los fallos judiciales se respetan acatándolos, pero también hay una opinión mayoritaria entre los abogados que han comentado sobre el tema en que el juez usó argumentos insuficientes para enviar al ex presidente Humala y a su esposa por 18 meses a la cárcel. El resultado de la apelación será importante, y podría sacarlos en breve, lo cual sería, desde el punto de vista político, un potente tónico para un relanzamiento. Kenji Fujimori. Su visita a Humala en la cárcel, llevándole para que se abrigue la casaca de su padre, a quién él no indultó, constituye un gran gesto humanitario y, de paso, una gran movida política. Pero si hubiera visto un poco de House of Cards se habría dado cuenta de que mejor era que la noticia sea filtrada a un medio que no sea Expreso, el diario que hoy le sirve de plataforma política. Con gestos sencillos como este, sigue marcando la agenda nacional en el marco de su estrategia para sacar a su padre de la Diroes y ponerlo en la primera línea política. Alberto Fujimori. El encarcelamiento de Humala no lo ayuda para su eventual indulto (a) ‘perdón médico’, pues se vería mal ver a un presidente entrando a un penal y a otro saliendo del mismo, pero la movida reciente de Kenji es un buen contraataque. Mario Vargas Llosa. Sigue a la distancia teniendo un gran peso en la política peruana. Su artículo del domingo contra el indulto loquea al cogollo de Fuerza Popular. La bajeza de las respuestas contra el Nobel dan cuenta de su poca creatividad. Mucho músculo, poco cerebro. Pedro Pablo Kuczynski. Todos los eventos que ocurren le restan protagonismo como jefe de Estado. Tiene que ver cómo lo recupera de cara al mensaje de fiestas patrias. Mototaxi. Sigue siendo derrotada por el ‘Mach 5’, y el cuestionamiento de Úrsula Letona a la visita a Ollanta en la Diroes es otra evidencia de que el tándem Vega-Figari mantiene invicta su capacidad de errar. El cogollo de Fuerza Popular sigue desorientado por la estrategia de Kenji. Sancionarlo sería la siguiente metida de pata. Keiko Fujimori. No sabe capitalizar el nuevo escenario generado por el encarcelamiento de Humala y su esposa, mientras Kenji la pasa raudo. Y, ahora, surgen legítimas sospechas de una fiscalía que no la investiga por las contribuciones de Odebrecht. Alan García. La prisión de Humala lleva a cuestionar por qué el líder aprista es tratado de modo tan diferente y beneficioso por la fiscalía y los jueces. Para que lo ayuden, busca relación sólida con Fuerza Popular.