Cargando...
Opinión

Leves señales de mejora en la economía, por Augusto Álvarez Rodrich

Van mejorando las actitudes de empresas y ciudadanos.

larepublica.pe
AAR

Hay algunos indicios, aunque aún débiles, de mejora de la actitud hacia la perspectiva económica entre empresas y ciudadanos.

Por un lado, el Índice de Confianza del Consumidor de Lima Metropolitana (Indicca) de Apoyo Consultoría-Ipsos se recuperó en mayo tras un primer cuatrimestre enero-abril complicado, gracias a la ligera baja de la inflación y un leve incremento del salario.

Es una mejora, sin embargo, que ha ocurrido principalmente en los niveles socioeconómicos A y B —cuya expectativa de mejora de su situación económica en los próximos 12 meses pasó de 51% a 63% entre marzo y mayo—, mientras en los segmentos C/D/E este porcentaje se estancó.

Por el lado de la empresa, el sondeo que Apoyo Consultoría realiza entre los ejecutivos de más de 300 empresas e instituciones clientes del SAE confirmó la tendencia al alza de la confianza para invertir que se viene registrando desde abril, habiéndose llegado a zona positiva después de 2 años.

Esto es consecuencia de la disminución de los principales riesgos para la inversión: agotamiento de la protesta de inicios de año; pérdida de fuerza de la tendencia para una nueva constitución; estabilización de la relación ejecutivo-legislativo; reducción de las precipitaciones climáticas; y afianzamiento relativo del gobierno.

Todo lo cual clarifica la perspectiva del país al elevar la posibilidad de que la presidenta Dina Boluarte culmine su mandato en 2026, lo cual, guste o no, permite proyectar mejor el futuro, algo que siempre requiere la inversión.

Son avances, sin embargo, aún insuficientes. El Indicca sigue en zona negativa y aún no está llegando a los más pobres, mientras que la confianza para invertir aún no se acerca al nivel del promedio de los años 2014-2019. En ambos indicadores, además, aún no se llega a los niveles prepandemia.
Esto demanda que se avance significativamente en el retiro de los obstáculos actuales para la inversión, que sin duda es el antídoto más efectivo para la desilusión que aún persiste en el país.

Lo que se requiere con urgencia es cambiar la tendencia de crecimiento mediocre proyectado para el futuro, lo que impediría mejorar el empleo y los ingresos, y reducir la pobreza.