La abogada Tamara Adrián (69) es una persona que le gusta romper los parámetros en su natal, Venezuela. En el 2015 se convirtió en la primera diputada trans de su país y de Latinoamérica. Ahora, busca escalar aún más en sus sueños, al querer ser la primera mujer trans en el mundo en convertirse en presidenta.
Por ello, anunció su precandidatura presidencial a las elecciones primarias de la agrupación opositora Unidos por la Dignidad (UPD), la cual se realizará el próximo 22 de octubre.
Tamara Adrián es abogada y activista por los derechos humanos. Foto: Crónica uno
En entrevista con el medio argentino TN, la activista por los derechos humanos afirma que no solo puede ganar los comicios internos, sino que también sacar del poder a Nicolás Maduro. Asimismo, se ha definido como una persona “que tiene la capacidad, la formación y los contactos necesarios para liderar una transición a la democracia” en Venezuela.
Ante las críticas que pueda recibir por su identidad de género señala que su presencia en política representa “la ruptura de algunos paradigmas”, los cuales limitan la participación de personas consideradas como inferiores. “Que yo sea trans tiene el mismo significado que cuando Barack Obama lanzó su candidatura a la Casa Blanca”, añadió.
Tamara Adrián es la primara diputada trans en Latinoamérica. Foto: La razón
PUEDES VER: Niña de 3 años sufría fuertes dolores de estómago: se trataba de un extraño tipo de cáncer
En sus declaraciones, Adrián señaló que conoce “muy bien” el mercado petrolero, el mundo de las inversiones extranjeras y los requerimientos internacionales de financiamiento. De esta manera, confía en que podría reactivar la economía venezolana duramente golpeada en los últimos años y la que provocó el éxodo de millones de sus compatriotas.
Sobre los altos niveles de pobreza extrema en su país, un 53,3% en el 2022, según la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI), Tamara explica que se “necesita ser muy inclusivo para que nadie sea dejado atrás”. Por ello, plantea que las personas sean integradas “a un desarrollo productivo”, sin importar su género, raza y religión.