En su reciente informe titulado 'Evaluación Nacional de la Amenaza de las Drogas 2024', la Agencia de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) destacó que, a través de la operación 'Last Mile', se confirmó que organizaciones criminales como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) emplean plataformas de redes sociales para coordinar y mantener sus comunicaciones.
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El informe de la DEA revela que entre octubre de 2018 y mayo de 2023, las organizaciones como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación utilizaron principalmente redes sociales y aplicaciones de mensajería como Facebook, Instagram, TikTok, Snapchat, Messenger, WhatsApp, Telegram, Signal, Wire y Wickr.
Según el informe publicado el 9 de mayo, los narcotraficantes emplean estas plataformas para publicitar y vender drogas de manera más accesible. Además, la agencia señala que los compradores de estas sustancias suelen comunicarse con los distribuidores mediante emojis, códigos numéricos o lenguaje codificado para averiguar la disponibilidad de ciertos narcóticos o expresar interés en realizar una transacción.
La publicación de fotografías y precios de narcóticos disponibles, así como el uso de pines en mapas para compartir ubicaciones de venta, se ha vuelto una práctica común entre algunos grupos delictivos. Estos individuos también emplean aplicaciones de viajes como Uber o Didi para la entrega de paquetes a los clientes.
La comunicación con socios criminales y clientes se realiza a través de aplicaciones de mensajería, tanto abiertas como cifradas, garantizando la privacidad de las conversaciones. Además, estos grupos utilizan las redes sociales para reclutar nuevos miembros y exhibir un estilo de vida ostentoso. Publican imágenes y videos de sus viajes, dinero, automóviles, armas y ropa costosa, con el objetivo de alardear e intimidar a grupos criminales rivales.
Las amenazas y la intimidación también forman parte de sus tácticas, utilizando estas plataformas para enviar mensajes de advertencia a otros grupos delictivos y consolidar su poder en el territorio.
La operación ‘Last Mile’, liderada por la DEA, rastreó redes de distribución en todo Estados Unidos que estaban conectadas al Cártel de Sinaloa y al CJNG. Esta iniciativa comprendió 1.436 investigaciones en colaboración con socios policiales a nivel federal, estatal y local, con un resultado de 3.337 arrestos.
Durante la operación, se incautaron casi 44 millones de pastillas de fentanilo, más de 6.500 libras de fentanilo en polvo, más de 91.000 libras de metanfetamina, 8.497 armas de fuego y más de 100 millones de dólares.
La operación también confirmó que los cárteles mexicanos recurren a pandillas callejeras violentas y a grupos e individuos criminales locales en Estados Unidos para llevar a cabo sus actividades ilícitas.